Róger Santiváñez Santiváñez Róger 20Goldman Sobre DeCuadrivium los peces la sed13deAño Silvia
Sobre De los peces la sed de Silvia Goldman
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enemos ante nosotros De los peces la sed (Pandora Lobo Estepario, Chicago, 2018) reciente libro de la poeta uruguaya afincada en los Estados Unidos, Silvia Goldman. Lo primero que salta a nuestra atención es el título por su rareza, pero pronto comprendemos que la poeta nos está hablando de la sed que pueden tener los peces aun cuando estén en medio del inmenso océano lleno de agua; es decir, se trataría de una insatisfacción perenne del ser cuando –aparentemente– habría una abundancia como para estar satisfechos. El libro está estructurado en tres partes independientes. La primera de ellas denominada “yo me como tu sed” gira en torno a la relación madre-hijo y desde el primer texto “nocturno del hueco” entendemos de dónde viene toda la gran semántica metafórica del poemario: “yo me como tu sed” dijiste un día / eras tan chiquito que en tus dientes había pesadillas / y ellas crecían / “yo me tomo tu sed” dijiste un día / mientras yo juntaba esos dientes y los llevaba de paseo(2). Notamos pues la rica imaginación de la que hace gala Goldman en el trasunto de la maternidad: ¿Cuánto dura una madre? / ¿Cuánto dura una madre con hambre? / ¿qué le pasa a la boca cuando le falta
una madre? / ¿se seca o se desplaza hacia su hambre?(3). Como vemos, de la cotidianidad hemos pasado a la interrogación metafísica que – incluso– tendría un sesgo “social” digamos. Pero lo que vemos claro –y es lo que realmente importa– es el trabajo de lenguaje de Goldman desplazando conceptos en una suerte de rueda aleatoria de palabras que se buscan unas a otras; característica esta de la nueva poesía latinoamericana de hoy, constelación de la que Silvia Goldman se convierte con De los peces la sed en uno de sus más importantes referentes hoy por hoy. La extraña experiencia de existir toma el rumbo de una ternura infinita en esta poesía: no hay dónde atracar las naves / sino en el tumulto de tus bracitos (5). El amor materno y la contemplación del hijo va transformándose en una profunda reflexión sobre el habla incorporando los inesperados visos de un arte poética: o que a veces a la conversación le pesa / este poema que solo pasa en tu cabeza (7). La poesía es un peso diríamos entonces y es cierto que lo es. No es fácil la poesía. “Es un trabajo difícil que se gana o se pierde al compás de los años otoñales”; escribió el poeta mártir del Perú de los 1960s, Javier Heraud. Pero aquí Goldman puede llevarnos por los más intrincados caminos de la
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