FelipeCUADRIVIUM García QUintero Cuadrivium 13 Año 20 Investigación
Giovanni Quessep,* El encantado: Sobre su antología personal: Metamorfosis del jardín
P
ocos poetas como Giovanni Quessep pueden decir hoy día, con John Keats, que “Belleza es verdad, y verdad es belleza”. Acaso por ello, el principio de realidad en su poética lo establece la poesía misma, pues una visión artística de lo clásico rige su universo de símbolos, da fuente a su lenguaje pleno de referencias culturales de Oriente y Occidente y constituye la búsqueda y la conquista de un orbe literario perfeccionado con las formas de una música propia. A esta visión del mundo corresponde una actitud de vida comprometida de manera exclusiva con el arte, cuya obra en verso –porque Quessep ha incursionado también en el ensayo– suma doce libros originales, numerosas antologías y un compendio de todos sus poemas, publicados con el título de Metamorfosis del jardín (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2006). El nombre dado a ese volumen refiere las edades o periodos de un camino literario iniciado en 1968 con la publicación de “El ser no es una fábula”, obra de aperturas que ya entona una música de leyenda, distinta desde entonces, refinada luego con nuevos elementos, míticos y humanos en los libros siguientes, para hacer de su voz una de las que mayor interés suscitan en la lengua española, por la singularidad de su registro lírico y las variadas formas que armonizan
la tensión de la tradición y modernidad literarias. De los primeros temas aún palpita hoy día esa preocupación suya por el tiempo como una manera de nombrar el exilio, la conciencia del hombre mortal que canta, y su música que busca abolir la condición de extranjero del mundo y la realidad, pues también la poesía de Quessep es una indagación en el pasado mítico para acaso encontrar el sentido perdido de lo humano. En uno de sus poemas dice: La nostalgia es vivir sin recordar de qué palabra fuimos inventados. Porque no se parece a sus contemporáneos, algunos lectores han advertido que esta poética es la de menor filiación con las tendencias de la lírica colombiana del siglo XX, las surgidas, paralelas y posteriores, al fenómeno nadaísta (como la antipoesía, la poesía militante, la poesía de la imagen y la poesía narrativa o la conversacional), aunque el ascendiente de su obra en la actualidad llegue a los más jóvenes e influya sus obras como una de las referencias identificables, aunque no siempre bien asimilada. Respecto a este carácter, el mismo poeta ha ratificado su condición de extranjero en una de las pocas declaraciones periodísticas, cuando afirmara: “me alejo de todo estilo de época y de toda moda, y no me interesa describir los objetos de la realidad más tangible”.
66