JOSÉ ANAZAGASTY ANAZAGASTY RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ JOSÉ René Marqués y suExégesis crítica a 3lasSegunda cienciasÉpoca sociales puertorriqueñas
La objetividad como refugio de los dóciles: René Marqués y su crítica a las ciencias sociales puertorriqueñas [política-historia-estudios culturales]
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os elementos psicoanalíticos de la obra de René Marqués con respecto a la docilidad puertorriqueña son indudables (Ríos Ávila 2015; 2011; Díaz 1982). Su intención era describir y explicar la personalidad del sujeto puertorriqueño mediante lo que Rubén Ríos Ávila (2015) describió como “una lectura apresurada del psicoanálisis freudiano”, mediada por el Insularismo de Antonio S. Pedreira (1968). El psicoanálisis fue indudablemente una de las armas de Marqués contra la modernización estadolibrista del país (Díaz 1982; Ríos Ávila 2011; 2015). Sin embargo, la conexión entre las otras ciencias sociales y su exposición de la docilidad es menos obvia y poco comentada. El epígrafe de “El puertorriqueño dócil,” una cita del legendario exponente estadounidense de la socióloga crítica, C. Wright Mills, nos brinda un indicio de esa relación: Una de las grandes tareas de los estudios sociales es describir hoy la situación económica y política de acuerdo a su significado para la vida interior... Hay que buscar la estructura de la sociedad contemporánea dentro del torbellino de la vida diaria del individuo; sólo a través
de esa estructura deberá formularse la psicología del hombre común. En esa cita, Mills (2000 [1959]), autor de La imaginación sociológica, subrayaba la importancia de estudiar tanto la psicología como la biografía individual en términos de la estructura social. Marqués, por supuesto, no adoptó a cabalidad la sociología crítica de Mills. Su lectura de La imaginación sociológica fue inclusive muchísimo más apresurada y superficial que la que hizo del psicoanálisis. No obstante, es evidente que este explicó la psicología del ser puertorriqueño como la consecuencia de procesos sociales y de la estructura social colonial, señalando particularmente la socialización. En “El ruido y la furia de los críticos del Sr. Kazin” aseveró que los puertorriqueños eran dóciles porque habían sido a lo largo de su historia un pueblo colonial (Marqués 1993: 123). Es decir, la configuración psicológica del sujeto puertorriqueño, su docilidad y renuencia a rebelarse, había sido aprendida, producto de la socialización en una colonia (Ramírez 1994). Marqués denunció así la deformación del individuo en un sistema colonial, como lo hicieron, desde perspectivas mucho más elaboradas, maduras y críticas
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