SEMANA SANTA OSUNA 2018
Pregón de la Semana Santa de Osuna 2017 José Manuel Torrejón Japón
Como te podré pagar Señor, tú me escrutas y conoces. Tú me enseñaste, cuando tuviera sed, a dirigirme a las fuentes de agua viva. Tú me mostraste, que en silencio y con paso corto se encuentra toda respuesta. Tú me empujaste, a lanzarme al vacío para aprender a confiar en ti, como lo hiciera Pedro al fundar tu Iglesia. Tú me anunciaste, “derramaré mi Espíritu sobre mis siervos”. Tú me concediste, la valentía necesaria para acoger este encargo. Tú me otorgaste, esta distinción inmerecida que hoy tembloroso pongo en tus manos. Señor, como te podré pagar. Como te podré pagar, todo el bien que me has hecho. Aquí estoy, siervo inútil soy, haré lo que tenga que hacer. Cuantas bendiciones Padre, echando la vista atrás, insistente es mi pregunta, ¿cómo te podré pagar?
que están junto al Padre eterno y lloro al decir sus nombres. Estas son mis pertenencias, son mi muleta y capote, para afrontar esta lidia que surge de mis mayores. Me postro Señor a tus plantas situándome ante ti, tomo con ilusión estas pastas sujetándome a este atril. Solo tengo un corazón, abierto de par en par esperando que tú entres, ¡pasa! y lo inundes de humildad. Y a tu Madre bendita, Madre del Mayor Dolor, le ruego que me conceda la Paz en mi corazón. Abro mis brazos a ustedes para acogeros con fuerza, caminemos hacia al Padre hasta la cruz verdadera. Abracemos aquel árbol, que es la salvación perpetua, en la que Cristo nos ama y entrega la vida eterna.
Cuarenta años como regalo, imposible dejar de hablar aquello que he visto y oído, ¿así te podré pagar? Porque no tengo dinero, ni tesoros ni tierras, pero sí una familia, unida hasta en las flaquezas. Y la luz de una pequeña que me ilumina cada día y el amor de una esposa que me alza en mis caídas. Unos padres que apostaron, por sembrar una semilla, fe en Dios en cuatro hijos es la enseñada recibida. Tengo estampas de recuerdos, de una mujer y dos hombres,
Foto: Clara Domínguez
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Miremos nuestro interior, no lo dudéis que es mentira, que el demonio nos engaña pero en ÉL está la VIDA. Ponerse en marcha conmigo, no lo penséis, daros prisa que ese hombre que nos llama, va a bautizarnos con agua, en el Jordán de esta villa. Revístete querido hermano con el arma de la oración, que en apenas siete días, acompañado de María te encontrarás con el Señor. Señor de la Misericordia y altar de mi devoción, hazme tú tocar la gloria y bendíceme este pregón. Todo tiene un comienzo y un alguien especial Así comenzó mi pregón en las primeras lluvias otoñales coincidentes con la onomástica de la Virgen del Pilar. Tras unos primeros días de contradicciones y nervios, en los que no entendía por qué era mi momento, fui a beber al manantial fresco que todo cristiano tenemos en