Mencionan haber desarrollado la metodología, de límite de cambio aceptable y capacidad de carga turística y rango de oportunidades recreativas, y haberlas realizado de manera participativa. Pero no sucedió así. Repasaremos cuatro puntos del PROTUR que demuestran lo que “está mal” con el PROTUR y en general con la mayoría de los instrumentos creados desde la visión de la tríada, que terminan siendo fácilmente demolidos por carecer del fundamento que se consolida con un trabajo técnico-comunitario real y sólido. Los cuatro puntos que son un desastre con el PROTUR incluyen: 1. La simulación de construcción participativa, 2. El cálculo inexplicable de capacidad de carga y límite de cambio aceptable, 3. Los criterios inexplicables de zonificación y 4. Las propuestas “innovadoras” que realmente ponían en riesgo la laguna y la seguridad de los usuarios.
La simulación de construcción participativa El diagnóstico, al principio, solo es un recuento de estadísticas proporcionadas por Capitanía de Puerto para junio del 2019 y concluye con datos de tres elementos: actividades, infraestructura y embarcaciones. Tomando en consideración que el diagnóstico debería basarse y referirse a la Laguna de Bacalar, al cuerpo de agua, es extraño cómo el listado de actividades realizadas en la laguna empieza con la visita a zonas arqueológicas y culturales, incluye renta de bicicletas y motonetas, descanso en spa y yoga, renta de cabañas, entre otras actividades turísticas. Lo cual ya indica de entrada una visión desenfocada del objeto del estudio. A los actores sociales que fueron invitados a conocerlo (e indirectamente a validarlo) se les presentó el discurso de que este era un instrumento voluntario, inofensivo, de acuerdo común que iba a echarse a andar con la voluntad de todos, en respuesta a una crisis gravísima que requería de una acción comunitaria solidaria, inmediata; un reglamento inofensivo para “salvar a la laguna”, muy a la usanza de la tríada con Ramsar. Pero los mismos promotores de la tríada en otros foros de ONGA y académicos, específicamente la coordinadora de la consultoría, Silvana Ibarra, estipulaba otra cosa como objetivo del PROTUR, les dijo que iban a construir un instrumento de política pública que era posible convertir en una disposición 126