» algo de teoría para conversar:
Biografías y juegos corporales
» Por isABellA CAPuselli | Estudiante de historia » FlorenCiA rodríguez Aires | Estudiante de letras » niColás Breno | Estudiante de teatro » MAriAnA Moller Poulsen | Estudiante de filosofía
La solidaridad puede ser entendida de muchas formas. Buenos ejercicios introductorios son los de indagar dentro del aula qué entienden los y las estudiantes por solidaridad. Todas las definiciones, desde las más poéticas hasta las más fácticas, rondan en torno a una idea central: la solidaridad es la adhesión a la causa de otro, sin esperar nada a cambio. Ahora bien, esto nos lleva entonces a introducir en el trabajo del aula el concepto de alteridad. En primer lugar, es importante ubicar en la modernidad, como proceso de colonización, el tiempo de modelización de la representación del otro. En estas coordenadas se confeccionaron los mapas superpuestos que señalan la dimensión espacial de los cuerpos, sus exclusiones, la normativización, la normalización y la inclusión. Carlos Skliar propone pensar el presente en términos de las espacialidades asignadas, designadas al otro, lo que produce una cartografía asimétrica y jerárquica en la que la construcción del otro se manifiesta como una diferencia en relación con la mismidad (el yo/nosotros). Ese otro en el presente acecha con un rostro diferente: es el bárbaro, la mujer, el deficiente, el de la raza sojuzgada, etc., y es también todo aquello al mismo tiempo. En este punto, Skliar insiste en aquello que resulta importante en la práctica en el aula como docentes, y, aunque sabido, conviene siempre recordar; y es que la escuela suele ser, casi siempre, aquella espacialidad donde se producen mismidades homogéneas, sin fisuras, a salvo de la contaminación del otro. ¿Y qué posibilidades tenemos? Compartimos al respecto unas palabras de Carlos Skliar: ¿Podríamos pensar, entonces, en una pedagogía de la perplejidad? Una pedagogía de la perplejidad que sea un asombro permanente y cuyos resplandores nos impidan capturar la comprensión ordenada de todo lo que ocurre alrededor. Que permita desvanecernos para crear una pedagogía otra. Una pedagogía del acontecimiento, una pedagogía discontinua que provoque el pensamiento, que retire del espacio y del tiempo todo saber ya disponible; que obliga a
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