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Dollfus
Esta nueva organización fue dirigida desde las ciudades. Uno de los aspectos más notables de la conquista española fue la rapidez con que los conquistadores establecieron una red urbana jerarquizada, en la que se instaló el poder colonial, producto de la conjunción de las autoridades políticas, religiosas, judiciales y fiscales. Esta creación de ciudades realizada durante el siglo XVI, pese a algunas modificaciones, cuatro siglos después sigue siendo la base de la actual red urbana. Las capitales de los virreinatos, intendencias y audiencias, serán las capitales de los nuevos Estados llegada la época republicana. El trazo de las ciudades y pueblos y sus límites administrativos se determinaron en el siglo XVI y en lo esencial siguen siendo funcionales. Ejemplo notable de una implantación duradera debida a la iniciativa de unos cuantos. Los españoles no hicieron tabla rasa del pasado. La red urbana inca en gran parte fue utilizada para construir la red urbana de la sierra, pero el centro de gravedad pasó del Cusco a Lima. En algunos casos los límites entre etnías subsisten en los límites administrativos. H. Favre señala cómo los límites que separaban los señoríos Asta, Chunku y Laraw fueron mantenidos por los Incas, posteriormente por los españoles y actualmente sirven de límite entre los departamentos de Huancavelica, Ica y Junín, en la sierra de los Andes centrales. De esta manera se tiene en los Andes modificaciones en el status de las personas y tierras, una transformación en la explotación de los recursos y, por consiguiente, modificación en los paisajes. En los Andes del Norte la llegada de los españoles suscitó nuevas relaciones entre el medio y las poblaciones rurales. Allí la creación de relaciones entre los medios urbano y rural es un fenómeno más reciente que en los Andes incaicos. Las ciudades recién establecidas se apoyan en la periferia rural para el aprovisionamiento de víveres. Tal como lo indica Tihay (1978), las huertas muy pronto no fueron suficientes para abastecer las pequeñas ciudades. La leña necesaria, los pastos para la caballería debían buscarse más lejos. En el siglo XVII los indios que no podían cumplir con el avituallamiento de las ciudades fueron expulsados de parte de sus tierras y concentrados en "resguardos", especialmente en los actuales departamentos de Nariño, Boyacá y Santander, y las tierras hasta entonces cultivadas por