PLAN DE GOBIERNO | 2013-2016
MILITARES Y VETERANOS NUESTROS HÉROES Nuestros militares y veteranos son el mejor ejemplo del sacrificio y entrega en nuestra sociedad. Día a día exponen sus vidas, muchas veces lejos de casa, para garantizar que el resto de nosotros gozamos de la libertad de vivir bajo una democracia. Junto a ellos y ellas, sus familiares comparten este sacrificio. A todos ellos y ellas va siempre nuestro eterno respeto y agradecimiento. Aunque, gracias a Dios, la mayoría de nuestros militares regresan bien a casa, la dura realidad es que muchos de estos héroes experimentan dificultades estando ya lejos del teatro de guerra. Algunos de estos héroes regresan con heridas físicas que requieren atención de por vida. Otros presentan condiciones de salud mental que crea una necesidad especial. Los militares y sus familias también tienen que atender su reintegro a la vida civil, particularmente su ingreso o regreso a la fuerza laboral fuera de la vida militar, proceso que, lamentablemente, resulta en ocasiones difícil para el veterano o para su familia. Igual de importante es atender con dignidad, honor y agradecimiento las necesidades particulares de los familiares de nuestros militares que no regresan a casa porque pagaron el precio más alto defendiendo nuestra democracia. La pasada administración no demostró el respeto y aprecio que nuestros militares ganaron con el sudor de su trabajo, con sangre, y en algunos casos, con su vida. Entre la faltas de consideración, encontramos que la construcción del Cementerio Estatal de Veteranos en Aguadilla, lugar digno para reconocer eternamente a nuestros veteranos ya fallecidos, estuvo paralizada por ocho años. La Casa del Veterano en Juana Díaz estaba prácticamente abandonada, sin mantenimiento básico, y no contaba con facilidades básicas de atención y recreación, al punto que fue descertificada por la Administración de Veteranos del Gobierno federal. El olvido institucional a nuestros militares y veteranos era tal que nunca recopilaron información sobre la cantidad y el perfil de los veteranos que residen en Puerto Rico, para poder atender sus necesidades de forma informada. La Oficina del Procurador del Veterano era otra burocracia más dentro del gobierno, aplastada por procedimientos inefectivos y sin atender a las organizaciones de veteranos. Al igual que en otras áreas, la administración pasada rompió la colaboración con el Gobierno federal, y no existió una comunicación efectiva entre el gobierno estatal bajo la administración pasada, el Hospital de Veteranos y las demás agencias federales de servicios a veteranos. La administración anterior no le dio importancia a servir bien a quienes mejor nos han servido: nuestros veteranos, militares y a sus familias. Tomamos acción inmediata para corregir la situación indigna en la que encontramos los servicios a nuestros militares y veteranos. Nuestros veteranos, militares y sus familias merecen todo nuestros mejores esfuerzos y nuestra acción efectiva para recibir todo nuestro apoyo, particularmente aquellos que requieren algún tipo de atención especial. Estamos obligados a honrar y servir aquellos que nos han servido con honor a través de su servicio militar. Reafirmamos nuestro férreo compromiso de velar por su bienestar, garantizar un trato digno y satisfacer sus necesidades y las de sus familias. Los hombres y mujeres que visten con valor el uniforme son héroes de nuestra patria y nos llenan de orgullo.
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