IV La Revolución cubana. Una mirada desde el anarquismo
Por las calles de La Habana y por las calles de los pueblos del interior, desfilan los jóvenes y desfilan los niños, marcando el paso al estilo prusiano, desfilan orondos, estirados y muy serios en su convicción de que se preparan para hacer patria, de que ya hacen patria desde ahora, quienes los guían y mandan, quienes los encabezan, van luciendo galardones militares, muestran el orgullo de su acendrado revolucionarismo. Seguramente, son sinceros en sus creencias, se juzgan dignos colaboradores del heroico movimiento que supo echar abajo a la tiranía y reiteró la firmeza de su ideal humanista... sin embargo, ¡qué lejos están de cuánto pretenden defender! ¡Qué lejos se hayan del camino que conduce a la libertad y a la dignidad humana! Esas patrullas juveniles nos recuerdan a los fasci di combattimento, a las cuadrillas encapuchadas de los Cagoulard, nunca a los valientes peludos de la Sierra o a las bravas guerrillas de los maquis. Para un futuro de opresión y servilismo están requetebién, para fraguar un mañana de fraterna convivencia, dentro de la comunidad libre y contenta, resultan contraproducentes.570
Uno de los hitos y mitos de la izquierda latinoamericana ha sido el proceso revolucionario cubano. Cuestionarlo, a más de seis décadas de su triunfo, despierta aún acaloradas protestas, pues se sigue mirando a Cuba con un halo de nostalgia, como al pequeño David que venció a Goliat. Sin embargo, para el anarquismo, Cuba se quedó a medio camino de su revolución, intentó auto-determinarse y caminar al socialismo, sin lograrlo.
El anarquismo interpeló desde su misma génesis a la Revolución cubana. En el presente me adentro a conocer cómo fue recibida en los círculos libertarios del continente y cómo la vivieron los propios cubanos. Para ello he dividido el capítulo en cinco secciones. Abarcando el periodo 1956-1962. Antes de entrar en materia es necesario dejar asentadas algunas cuestiones en torno a los estudios sobre el tema, la relevancia y pertinencia de este trabajo y las fuentes utilizadas para su elaboración.
570
“Editorial”, El Libertario, núm. 9, La Habana, 25 de noviembre de 1959. 282