SEMANA SANTA OSUNA 2019
Manuel Díaz Escacena, ebanista
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anuel Díaz Escacena (Osuna, 1933-Sevilla, 2008) era, según quienes lo conocieron, un apasionado del arte en todas sus facetas que a lo largo de su vida plasmó su talento en materiales como la madera o la arcilla. Hijo de Manuel Díaz García y Ángeles Escacena Jiménez, pasó sus primeros años en el barrio de la Merced para posteriormente trasladarse junto a su familia a las inmediaciones de la Plaza de Toros. Fue en ese entorno, concretamente en el número 28 de la calle Alfonso XII, donde Manuel desarrollaría su creatividad durante los inicios como artesano, plasmando a golpe de gubia sobre la madera los ornamentos que embellecerían un bureau o las volutas y formas vegetales que compondrían la ornamentación de alguna pieza con finalidad cofrade. Admirador de la obra de Martínez Montañés, encontró en el Señor de Pasión de Sevilla un Nazareno de paso firme y mirada baja al que rezar cuando se trasladó hasta la capital hispalense, para paliar la ausencia del Nazareno al que había dedicado las primeras oraciones en la Iglesia de la Victoria de Osuna.
Región y con el título Una obra de arte, se anunciaba la exposición en el escaparate de un comercio ursaones de la nueva obra que un joven artista local había realizado para la Hermandad de Jesús Nazareno. Se trataba de la cruz de guía que Díaz Escacena había tallado para esta corporación, una pieza de 2,22 x 1,34 centímetros de diseño neobarroco donde destacaban, según el diario “las molduritas y relieves, que le dan una visualidad agradable”.
La Cruz de Guía de Jesús Nazareno En El Correo de Andalucía del día 27 de marzo de 1955, en la sección Vida de la
Ciertamente, la cruz presenta un bonito diseño donde se alternan los motivos vegetales a base de volutas y hojas de acanto, que recorren el estipes y el patíbulum formando guirnaldas que se cortan debido a la aparición de tondos donde se representan en bajorrelieve las Arma Christi, los instrumentos asociados a la Pasión de Cristo. De este modo, en la parte delantera aparecen representados, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo la escalera con la lanza y la caña con la esponja, las tenazas y el martillo, el título INRI, la columna con los flagelos >
Una maleta cargada de sueños y talento debió ser lo único que Díaz Escacena tenía cuando años más tarde y con vistas a un futuro próspero dejó Sevilla para mudarse a Madrid, donde contrajo matrimonio en 1969 con Carmen Rodríguez Muñoz. Hombre prudente y humilde, apenas habló de su trabajo con su familia y amigos, encargándose personalmente de quitar mérito a su obra cuando alguien ensalzaba su buen hacer. Las creaciones de Díaz Escacena han quedado como muestra de una vida próspera dedicada al arte. Las herramientas que utilizó, huérfanas tras su fallecimiento, son testigos mudos de las incontables horas que Manuel dedicó a este noble oficio. Su hija, Ángela Díaz Rodríguez, orgullosa heredera de un legado documental en el que se conservan desde fotografías a bocetos, se confiesa enamorada de una de las piezas que su padre talló para la Semana Santa Ursaonense: la cruz de guía de la Hermandad de Jesús Nazareno.
Fotografías de la delantera y trasera de la cruz de guía de Jesús Nazareno en el taller del artista
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