HISTORIA DE UN REGALO
S
omos sabedores de que el máximo interés patrimonial de nuestra Cofradía viene dado por sus valores intangibles. Estos valores transmitidos de generación en generación, constituyen un referente básico identitario para toda la ciudad de Sagunto. Somos fruto de un pueblo que conoce bien de sufrimientos y pasiones; somos resultado de siglos de fe y devoción vertidas solemnemente sobre sus calles al ritmo de tambores que estremecen nuestras imágenes. Imágenes que, siendo ofrendas de amor, se convierten en una verdadera catequesis popular de la espiritualidad de la vida cristiana. Pero las cofradías no se entienden sin su particular estética, y junto a este patrimonio espiritual, cohabita otro de origen material. Como entidades histórico-culturales (que también lo somos), hemos ido reuniendo a lo largo de los años una serie de elementos artísticos que, sirviendo de expresión al sentimiento religioso, han conseguido indirectamente llevarnos a mostrar cierto grado de ostentación. Los cofrades debemos tener coherencia entre fe y vida; entre actos externos y espiritualidad y saber transmitir que los objetos y posesiones de nuestra cofradía, alcanzan su pleno sentido al servicio de la evangelización. Es así como, hasta aquello que parece mundano y materialista, lleva impreso en sus orígenes el sello de la fe cristiana. Si buceamos en la historia, veremos que la incorporación de las primeras piezas de cierto valor a las cofradías se remonta a las iniciáticas representaciones iconográficas de María y tiene que ver con el hecho de intentar mostrar a la Virgen como una Reina. El título de Reina se le da a María desde los primeros siglos del cristianismo como preeminencia y poder que le viene de su Hijo. Es Reina por ser la madre de Dios hecho Hombre; Ella nació Reina porque fue predestinada para que lo fuera. A partir de esta premisa comienza la tradición de mostrar a la Virgen coronada y engalanada con vistosos mantos. Años después se añadirá, para resaltar su condición de Reina, el derecho de procesionar arropada con honores bajo palio. La mayoralía del 2020, como muestra de amor a la Virgen Madre de Jesús en el misterio de su último Dolor, hemos querido hacer entrega a la Cofradía y por ende al pueblo de Sagunto, de un nuevo palio para nuestra Virgen de La Soledad. La doctrina de la Iglesia nos ha enseñado que, honrando a María como nuestra Reina, honramos a Cristo, nuestro Rey. Deseamos que este regalo, legado de amor y devoción, contribuya a generar religiosidad, seriedad y respeto ante su paso y sea motivo de silencios contenidos y promesas musitadas.
Setmana Santa Saguntina 2020
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