CASTIGO, ELECCIONES, CUARESMA
Castigo El sargento segundo Dolores Chávez cometió un homicidio y, en condiciones que ignoramos, fue absuelto por los tribunales del fuero común. El Presidente de la República, considerando que el sargento fue realmente culpable del homicidio, lo dio de baja en el Ejército Nacional por considerarlo indigno de pertenecer a ese cuerpo. Muy bien, si la sentencia absolutoria fue muy bien, en todo caso, desde el punto de vista de procurar el enaltecimiento de la disciplina y de la moral en el Ejército. Pero vive en libertad y, según entendemos, incorporado al servicio activo del Ejército, llamado y protegido por su amigo el comandante de la zona del Pacífico, un señor Pérez Gallardo, que tiene el grado de general y que está formalmente acusado de varios crímenes no sólo proditorio, sino cometidos desde el Poder, con abominable perversión de la autoridad, utilizando hombres a sus órdenes a quienes rebaja a calidad de fieras bestias, como instrumento material de sus crímenes. * Revista La Nación. Año I No. 24, 28 de marzo de 1942. Pág. 3. Firmado como Manuel Castillo.
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