PRINCIPALES, SOBRESEIMIENTO, SALTO ATRÁS
Principalejos De mediados del siglo XVI llega hasta nosotros con riqueza todavía insuperada de enseñanzas, de comprensión, de generosidad, una voz, la de Fray Pedro de Gante, que en el año de 1552 pedía desde la capital de la Nueva España, al Emperador, que no consintiera “la promoción de pleitos entre los indios, porque vaya corrupto esto; bien llenos de negocios de ellos, porque por nonada mueve pleitos; y por un poco de tierra, que vale nonada, gastan los tributos e propios del pueblo, en pleitos; y andan tres o cuatro años en ellos, porque se han hecho pleitistas; y en letrados y procuradores, y escribanos e intérpretes gastan lo que tienen: y lo que peor es, que sale del sudor de los maceguales, que por ventura venden lo que tienen, para pleitear. Hasta aquí, los concertábamos los religiosos, y no con sentíamos diferencia entre ellos; en un día los concertábamos a apaciguábamos, de manera que quedaban contentos; más después que les han metido en la cabeza que es mejor, pleitos, destrúyanlos y engañarlos, para servirse de ellos, favorecerlos y, los principalejos, de seguir los pleitos, comen y beben, y gastan el común del pueblo * Revista La Nación. Año II No. 93, 24 de julio de 1943. Pág. 6. Firmado como Manuel Castillo.
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