ALZA DE PRECIOS
Desde la angustiosa contemplación de las cosas por venir en un futuro próximo a consecuencia de la guerra, hasta los asuntos domésticos en los que también se puede recorrer toda una escala de motivos de zozobra respecto del futuro o de malestar e indignación actuales, abundan ahora los temas para el comentario. Para el público, sin embargo, el asunto del día es el alza en el costo de la vida. Y con razón, pues no es tópico de disquisición abstracta, sino hechos ante y actual, realidad física inocultable. Desgraciadamente el tema no es nuevo. Cómo previsión oportuna, fue tratado en esta columnas desde que La Nación inició su vida; cómo probación de una realidad cada vez más inquietante, a ocupado amplio espacio en casi todos los números de esta revista y ha sido objeto del comentario de toda la prensa. No es nuevo pues; y lo que es peor: no parece que valga la pena ocuparse de él en los órganos de opinión, listo el desdén con que se ha ignorado las fundadas prevenciones que anunciando la carestía y la escasez se hicieron hace tiempo y las críticas y las recomendaciones, ya justificadas por la experiencia, que más tarde se han formulado en relación con la política seguida frente al problema. * Revista La Nación. Año II No. 96, 14 de agosto de 1943. Págs. 3. Firmado como Manuel Castillo.
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