MARÍA ELENA ANDRADE UITZIL MÉRIDA, MÉXICO
Resplandor Ahí estás… mas no te veo… te percibo En mi nuca siento tu espirar, tus manos llenan mis altiplanos, me vistes con buganvilias de colores, raíces nos envuelven, tus espinas, se incrustan en mi piel, agridulce placer. Armonía ondulante... Mi luna se mueve, sobresaltada despierto Suspiro el aroma de tierra húmeda, miro mis manos un hilo escarlata se escurre tibia, Sola estoy… ¿Acaso fue una ráfaga de luz en una noche de otoño? sigiloso hieres, Hidalgo en las sombras.
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María Elena Andrade Uitzil