FERNANDO RALUY BUENOS AIRES, ARGENTINA
Tres poemas En las horas en que todo dios duerme y el asfalto habla de rocío, soledad y luces municipales los días corroídos le buscan un nombre a este pueblo en mi garganta. Cada Santa Lucía tiene una sola gota para dar pero cargan un mar nocturno concentrado en su frente. Voy al techo a acelerar el cielo habrá un instante del albor en que el mundo será un inmenso pétalo azul y yo seré una pequeña gota espesa. Me inmiscuyo entre el ciprés y su figura toco la estrella que él toca la misma tormenta que rompe sus brazos 78
Fernando Raluy