HISTORIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ TOMO 9

Page 254

IGLESIAS, EL DUEñO DE LA hACIENDA UDIMA, SABíA POR ExPERIENCIA PROPIA QUé DAñOS TAN ENORMES PODíAN INfERIR A LA PROPIEDAD INMUEBLE, RÚSTICA y URBANA, AL COMERCIO, AL TRABAJO, A LA POBLACIÓN LOS INvASORES. PERO, SEGURAMENTE, AL MENOS EN éL, NO SOLO GRAvITARON CONSIDERACIONES MATERIALES.

254

PERÍODO 4

[ CAPÍTULO 11 ]

por fin quedó en dicho cargo Augusto Seminario y Váscones. Las fuerzas caceristas ocuparon luego Piura e impusieron un fuer te cupo. En Moquegua el prefecto iglesista fue, durante un tiempo, Lucas Becerra. Castro Zaldívar tuvo a su cargo también la labor de compra, almacenaje, reacondicionamiento y remisión de elementos de guerra a Iglesias y sus huestes. Cuando fue recuperada la aduana de Salaverry, levantó un empréstito al que siguieron varios pequeños préstamos.

QuIéNES EStuVIERoN a FaVoR DE la paz.- Se ha dicho que los terratenientes, o sea los gamonales, impusieron la paz. Si ello implica una alusión a los civilistas, hay aquí una interpretación equivocada. El grupo más brillante del civilismo limeño se había comprometido con García Calderón desde que fue elegido presidente este jurista, y había, como él, jugado su carta a favor de la ayuda de Estados Unidos para evitar la mutilación territorial, reemplazándola con una fuerte indemnización de guerra. Varios de esos "notables" sufrieron cupos y persecuciones y, junto con algunos otros patriotas, conocieron la amargura del cautiverio. En él vivían cuando se produjeron los acontecimientos de los cuales resultó el Tratado de Ancón. Después de suscrito dicho pacto y ya de vuelta los chilenos a su patria, el estado mayor civilista acentuó su vinculación con Cáceres y lo acompañó en ministerios, diputaciones, secretarías y otros cargos en su primer gobierno de 1886-1890. Se ha hecho notar que la aparición de Iglesias como caudillo y Presidente Regenerador tuvo un contenido de clan netamente cajamarquino. De ese cerrado significado regionalista inicial no deben salir deducciones apresuradas apar te del hecho de que fue muy difícil encontrar gente para una empresa tan impopular. Iglesias apareció en el escenario donde tenía fuerza personal, junto con sus más cercanos familiares, consejeros y adeptos pero luego se proyectó sobre el país. Ya se ha hecho mención del horrible cuadro en toda la zona serrana del nor te, asolada por los chilenos después de la batalla de San Pablo, mientras el caos prosperaba en Piura, Amazonas y Áncash. Iglesias, el dueño de la hacienda Udima, sabía por experiencia propia qué daños tan enormes podían inferir a la propiedad inmueble, rústica y urbana, al comercio, al trabajo, a la población los invasores. Pero, seguramente, al menos en él, no solo gravitaron consideraciones materiales. Después de la derrota en el Morro Solar creyó que el Perú ya había perdido la guerra. En vísperas de la batalla de Miraflores, apareció ante Piérola para la búsqueda de un armisticio o de un convenio. Sin duda, las luchas que comenzaron en los reductos el 15 de enero de 1881 para seguir durante ese año y en 1882, implicaron, en su concepto, una pérdida inútil de sangre, de esfuerzo y de tiempo. Se atrevió a mirar cara a cara lo que ante su criterio era una realidad que ni García Calderón ni Montero en sus prisiones de dirigentes, ni, por cier to, Cáceres en sus puestos de lucha incejable, aceptaban. Esta doblegada actitud de vencido resultaba, desde su punto de vista, más evidente por el hecho de que, en sus correrías, el caudillo de la resistencia no tuvo el apoyo del único sector peruano con gente armada, equipo más o menos aceptable y vínculos notorios con Bolivia, o sea el núcleo que comandaba Montero en Arequipa, la ciudad antaño famosa por haber sido la cuna de grandes movimientos populares con irradiación nacional como fueron, por ejemplo, los de 1854, 1856, 1865 y 1868. En esta línea de pensamiento y de actitud debían estar; al fin y al cabo, no solo la mayoría de los terratenientes de la sierra del norte, sino muchos de sus congéneres en la sierra central, tan asolada por invasores e invadidos desde 1881 y otros en la costa. Pero, conviene tomarlo muy en cuenta aquí, si bien podían funcionar razones de conveniencia o de utilidad disimuladas, con frecuencia, por la preocupación ante la necesidad de quitarle al país tantos exponentes de destrucción y humillación; cabe suponer que, además existieron sinceras actitudes.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook

Articles inside

Piérola y la nueva campaña

4min
page 296

Los chilenos en Arequipa

4min
page 291

Chinos, negros e indios

8min
pages 297-298

Juicio de los historiadores bolivianos sobre el final de la guerra

2min
page 294

Los cupos y deportaciones de agosto de 1882 a enero de 1883

8min
pages 285-286

La desocupación del norte y de otros lugares

3min
page 283

La cláusula 3ª del Tratado de Ancón

4min
page 280

La transacción con los consignatarios en Alemania. El envío de armamento al Perú

4min
page 278

Los campesinos del Mantaro y la guerra

2min
page 264

Expediciones León García y Canto. Nuevo intento chileno de coger a Cáceres

4min
page 261

Efigie de Cáceres

4min
page 277

El caso de Luis Milón Duarte

4min
page 255

Montero en Arequipa

3min
page 241

Quiénes e stuvieron a favor de la paz

3min
page 254

La ayuda boliviana en la guerra

2min
page 248

La retirada de los chilenos

4min
page 221

Contramarcha y contraofensiva de Cáceres

4min
page 219

Las montoneras en la sierra central

2min
page 218

El heroismo civil en la guerra del Pacífico

2min
page 196

Captura del destacamento peruano de García Calderón en Chicla

3min
page 209

La polémica entre García Calderón y Lynch

4min
page 191

Enérgica acción de Hurlbut en el Perú. Chimbote: ¿base naval y carbonera de Estados Unidos?

5min
pages 187-188

Enrique y Augusto Bolognesi

4min
page 162

Los culíes frente a la guerra del Pacífico

2min
page 158

Los reductos de Miraflores

4min
page 154

Las negociaciones chileno-bolivianas y las conferencias de paz en el Lackawanna. Los siete puntos de las exigencias chilenas

4min
pages 132-133

La inacción de la izquierda peruana

4min
pages 156-157

Debieron ser aceptadas las exigencias chilenas en el

4min
page 134

El hundimiento de la Covadonga

2min
page 128

La Legión Carolino-Militar y el estandarte carolino

4min
page 124

La defensa de Lima

7min
pages 122-123

Otras medidas punitivas del Dictador con motivo del contrato con el Crédito Industrial y los reclamos de Dreyfus. La clausura

4min
page 114

Fracaso del arreglo con Dreyfus y convenio de la Peruvian Guano y de los tenedores de bonos ingleses con Chile

4min
page 118

La prisión de Químper y el juicio contra él

4min
page 115

Apreciaciones de Piérola sobre el problema monetario en su mensaje de Ayacucho

4min
page 111

La emisión de los "incas"

2min
page 110

La herencia de Piérola

3min
page 100

La defensa de Arica y el arte popular

5min
pages 97-99

El misterio de las minas de Arica

9min
pages 94-95

Alfonso Ugarte

4min
page 89

La soledad de los de Arica

4min
page 87

El asalto del 7 de junio

10min
pages 85-86

La junta de los jefes de Arica en mayo y el banquete de ellos Los prófugos del Morro

4min
page 78

La segunda propuesta de rendición

5min
pages 83-84

La batalla de Tacna

9min
pages 69-71

Los defensores de Arica después de la batalla de Tacna

4min
page 75

Caída de Daza y presidencia de Campero

6min
pages 59-61

Las críticas a Prado

4min
page 49

Las entrevistas de Prado en el Herald de Nueva York El manifiesto de Prado desde Nueva York en junio de 1880

4min
page 51

Tentativas para incorporar a Piérola en el Gabinete y para formar un Gabinete de unión nacional

4min
page 43

La tentativa para formar el Gabinete Irigoyen y su fracaso. La ratificación de los ministros actuantes

4min
page 48

Renuncia del ministro Izcue

3min
pages 38-39

Los donativos

4min
page 35

La gestión Pflucker y Rico con los fondos de los donativos

4min
page 36

La situación hacendaria peruana al comenzar la guerra

1min
page 34

La batalla de San Francisco

9min
pages 24-25

La orden de atacar y la contraorden

4min
page 23

Batalla de Tarapacá

4min
page 28

El significado de Tarapacá

4min
page 29

La defección de Hilarión Daza

2min
page 26

La retirada hacia Arica

4min
page 30

Avance y retirada de Daza

4min
page 19

Por qué se retiró Daza?

5min
pages 20-21
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.