CUADRIVIUM JESÚS CÁRDENAS Cuadrivium 14 Año 21 Investigación
Ética de la palabra: Sobre Actos sucesivos de Heberto de Sysmo
E
n los últimos años la poesía que vende en España no tiene en cuenta a la palabra. Parece como si la palabra hubiese andado perdida, y la poesía, en busca de ella, no pudiese alcanzarla. Aquellos que la dan por perdida no han sabido ver que la poesía tiene las mismas reglas que la gramática. Ellos se alejan de la poesía. En el otro polo, están los que desean recuperar la palabra y su función literaria como motivo de la poesía. La última entrega lírica de Heberto de Sysmo, o, lo que es lo mismo, José Antonio Olmedo López-Amor, titulada Actos sucesivos, obedece a esta recuperación. En declaraciones a la entrevista concedida en la revista Monolito, Olmedo López-Amor entiende la poesía como una necesidad de comunicarse con el otro. En ese especial proceso comunicativo que es la literatura, requiere de una alquimia de dos procesos, mental y emocional. El mental obedece a la experimentación que conlleva el propio acto creativo que lo conduce a conectar con palabras apartadas del lenguaje común, y el emocional a establecer la sinergia entre ellas y, posteriormente, entre el conjunto y el autor. Eso es lo mismo que sentimos sus lectores, que cada entrega es un compromiso con la auténtica poesía, una ética de la palabra. La poesía de Olmedo López-Amor se ocupa sobre la posibilidad o
imposibilidad que tenemos de llegar a saber quiénes somos a través de las palabras. El libro publicado en Valencia, por Olé Libros, fue el poemario vencedor del III Certamen de poesía convocado por el Ateneo Mercantil de Valencia. En unas palabras introductorias el poeta Antonio Praena afirma que en estos versos «no solo ser y amar son coextensivos, sino que también poema y amor interpenetran sus esencias hasta prolongarse uno en otro». Lo que avanzan estas líneas preliminares es el hallazgo que habrá de encontrar el lector: el pálpito de la palabra en el caminar de la vida. Antes de adentrarnos en sus páginas, llama la atención el título, que, volvemos a encontrar, como si de un juego dado al lector fuese, plasmado en versos donde se pondera su esencialidad y dependencia: «Tan solo somos actos sucesivos, / la suma de momentos que ya hirieron» (en el poema «Placebo y yo»). Un canto, por encima de todo, preocupado porque la palabra encuentre sentido en el fluir temporal: «Sabes que la erosión, los sucesivos actos / conducen a este ahora que suplica / no ser pasado / un segundo después» (en el poema «Corégico»). Una escritura donde los motivos son trascendidos, pues en el poema hallan su último sentido.
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