PLAN DE GOBIERNO | 2013-2016
ENERGÍA POLÍTICA ENERGÉTICA PARA EL SIGLO 21
“Es hora de desatar el amplio potencial de fuentes de energía limpias. Tenemos la oportunidad particular – y el imperativo económico – de seguir potenciando nuevas tecnologías que puedan crecer nuestras oportunidades económicas, generar nuevos empleos y proteger nuestra salud y el medio ambiente. El éxito futuro de nuestras familias, nuestros negocios y nuestras comunidades depende de lograr mayor independencia energética: rompiendo las cadenas del petróleo.” Gobernador Luis G. Fortuño
La estabilidad y el precio de la energía son factores determinantes para establecer un buen clima de negocios que fortalezca e incentive el crecimiento económico sustentable, crear empleos y lograr una mejor calidad de vida para los ciudadanos. Nuestro gobierno está comprometido en continuar desarrollando e implementando agresivamente medidas innovadoras para mayor estabilización y reducción en el precio de la energía eléctrica, aumentar la producción de energía renovable y alterna e implementar una política pública de conservación y eficiencia energética. De igual manera, estamos comprometidos con contribuir a la conservación y preservación de nuestro medio ambiente y los recursos naturales para el disfrute nuestro y de las próximas generaciones – protegiendo la salud de nuestro pueblo. En el 2009 encontramos una Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) estancada en un modelo de hace 70 años, cuando el precio del petróleo era mucho más barato y no habían madurado las tecnologías hoy disponibles para beneficiarnos de fuentes renovables. Ese modelo anticuado estaba drenando nuestra economía extrayendo billones de dólares hacia el exterior por la sobredependencia en el petróleo. No había ni un solo plan para bajar el costo de la luz, ni para diversificarnos del costoso y volátil petróleo, ni mucho menos un plan para desarrollar fuentes de energía renovable. Encontramos además una AEE con deudas millonarias. Las finanzas estaban comprometidas, había un limitado margen fiscal para mantener sus operaciones y más de $142 millones en cuentas por cobrar a las agencias del gobierno. Heredamos una Autoridad de Energía Eléctrica con procesos y controles internos obsoletos. Tampoco tenía un sistema para evaluar el impacto de las decisiones de negocio sobre las finanzas de la AEE, encareciendo el precio de la energía eléctrica para todos sus clientes. Y como si eso fuera poco, durante el último año de la pasada administración la AEE dejó de cobrar más de $60 millones en la fórmula de ajuste por combustible, obligando a nuestra Administración a tener que asumir la responsabilidad de cobrarlo a partir de enero de 2009 para estabilizar la crítica situación financiera de la Autoridad.
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