PLAN DE GOBIERNO | 2013-2016
ADULTOS MAYORES VIDA DIGNA Y PRODUCTIVA Sobre 425,000 personas de 65 años o más viven en Puerto Rico, lo que representa el 11 por ciento de nuestra población, incluyendo sobre 45,000 que tienen 85 años o más. Además, la cantidad de adultos mayores de 50 años asciende a sobre 1,225,000 personas, lo que equivale a una tercera parte de la población de la Isla. Esta realidad demográfica, unida al respeto y el compromiso incondicional de nuestra administración hacia este grupo poblacional, nos obliga a continuar trabajando nuevos modelos de servicio que respondan a sus necesidades. Las pasadas administraciones mantuvieron secuestrado el sistema de servicios a los adultos mayores por una maquinaria que, de manera unilateral, mezclaba los servicios directos y la fiscalización bajo un mismo brazo operacional. Esta realidad evitó la transparencia de procesos y facilitó la operación de un sistema autocrático y dictatorial que evitaba la continuidad de servicios. No había un justo balance entre la provisión de servicios y la protección y defensa de este sector poblacional. Bajo su régimen, los protagonistas eran siempre los administradores gubernamentales, no la población que esos administradores estaban llamados a servir y proteger. Los servicios para personas de 65 años o más se basaban en modelos de servicio arcaicos que no coincidían con las necesidades de estos tiempos. Estaban estancados en modelos que respondían a las realidades de otra generación. Las pasadas administraciones tampoco reconocieron la necesidad de crear un espacio para apoyar a las personas retiradas menores de 65 años, quienes enfrentan otras situaciones que deben atenderse de manera concreta y articulada. La comunicación entre las agencias gubernamentales que ofrecen servicios a los adultos mayores era prácticamente inexistente, lo que dificultaba la coordinación de servicios. Ello propiciaba demoras irrazonables en el manejo de los casos y afectaba la calidad de vida de esta población. No existía una fiscalización adecuada de los servicios disponibles, en especial, de los centros de cuido de adultos mayores. Y las organizaciones sin fines de lucro que prestaban servicios a esta población sufrían los retrasos en los pagos, lo que provocaba un disloque en la disponibilidad de recursos para continuar sirviendo y beneficiando a esta población. Debido a la realidad que encontramos nos vimos en la obligación de reformular el sistema de servicios a nuestros adultos mayores. Nuestros cambios están centrados en nuestro cliente, el adulto mayor, y van dirigidos a brindar servicios accesibles para beneficio de todos los adultos mayores, con mayor agilidad y costo efectividad. Nuestros adultos mayores merecen que su gobierno use sus recursos para garantizarles una vida digna y plena. No hemos descansado ni descansaremos hasta que todos los aspectos que afectan la calidad de vida de nuestros adultos mayores sean atendidos de manera diligente y a tenor con las nuevas tendencias y realidades del mundo de hoy. Para esto, continuaremos enfatizando cuatro áreas de acción primaria: calidad de vida, salud, estabilidad financiera y seguridad.
VISIÓN Convertir a Puerto Rico en modelo mundial de buen trato y calidad de vida para con nuestros adultos mayores. Contar con un sistema de servicios integrado y accesible, que incluya servicios
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