Historia y Desastres en América Latina (Volumen I)
imposible establecer la veracidad de tales afirmaciones, así como las razones por las cuales algunos estados no enviaron donativos. En algunos casos quizá se debió a una negativa de la población a colaborar en favor de "desconocidos", o bien a que se encontraba ya cansada de contribuir a las arcas de un gobierno que no los protegía debidamente frente a los embates de la naturaleza, y que sólo se limitaba a solicitar constantemente todo tipo de contribuciones federales, estatales o municipales. En general, la solidaridad de la población frente a este tipo de fenómenos, solamente se presentaba cuando los habitantes se veían directamente afectados o cuando, a pesar de no ser dañados por el fenómeno, su entorno se dislocaba. Tal es el caso de Zacatecas e Hidalgo, para quienes una contingencia en la ciudad de San Luis Potosí representaba atrasos y problemas en el paso comercial y vía de acceso hacia el puerto de Tampico y el noreste de México, respectivamente. LA RESPUESTA POTOSINA Los donativos solicitados por la Junta Para solicitar la ayuda de los habitantes del estado, la Junta colectora emprendió varias acciones. La primera de ellas fue solicitar a los jefes políticos que abrieran "suscripciones entre las diversas clases sociales" de sus respectivos partidos, petición que los jefes políticos aceptaron y extendieron a los presidentes municipales. A fin de reunir fondos, tanto los jefes políticos como los presidentes municipales no sólo realizaron las correspondientes colectas, sino que algunos de ellos organizaron espectáculos y reuniones públicas. Así, los partidos del Venado y Matehuala reunieron sus donativos exclusivamente de corridas de toros; en Cerritos y Ciudad del Maíz se efectuaron representaciones teatrales "de jóvenes aficionados", cuyo producto incrementó el total de los donativos colectados; y en Ríoverde la comisión de señoritas, encabezada por Francisca Verástegui,(40) organizó una especie de "kermesse" o fiesta popular denominada "jamaica", que aumentó considerablemente los fondos remitidos. El importe total de los donativos colectados por las Jefaturas Políticas ascendió a $2,470.80, cantidad que fue enviada entre fines de julio y principios de octubre de 1887. El resultado obtenido en esta recaudación refleja un alto grado de solidaridad entre los habitantes del estado, aunque no puede descartarse la posibilidad de que algunos sectores de la población se vieran coaccionados a colaborar; sobre todo si se considera que los potosinos no se encontraban en bonanza, debido a la circunstancia de que si bien al iniciarse la temporada de lluvias se esperaba obtener buenas cosechas, su posterior abundancia inundó los sembrados y deterioró las construcciones. La sequía intraestival de julio y agosto, provocó que las cosechas que habían resistido el exceso de agua estuvieran a punto de perderse y aunque sólo se dañaron en parte, hubo una disminución de la producción agrícola. La epidemia porcina del denominado "mal rojo", que ocasionó perjuicios en varios estados (México, Michoacán, Guanajuato y Jalisco), se propagó a San Luis Potosí, con todos los daños que ello implicó.(41) Estas condiciones agravaron el deterioro económico de la población de los partidos, particularmente los del oriente del estado potosino. No obstante, sus habitantes realizaron Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina http://www.desenredando.org
264