Número 9
Añoranza del mar
Carmen
Hinojal
Había muchos que esperaban la noche para conocer a la divina... A AMBOS LADOS DEL CANAL se extendía la pequeña flota de barquitos, cimbreándose en el agua como caballos marinos. Miró a su alrededor. Dentro de poco amanecería y el cielo de la ciudad, ahora salpicado de estrellas, se cubriría de luz. Aspiró con fuerza el
aroma salado de los canales. Tenía que mantener su mente lúcida para no olvidar. Las olas se rizaban a lo largo de la costa, pero allí se estaba bien, protegida bajo la dureza del cristal. No sentía frío a través del vidrio, solo la caricia del 71