“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado”. Mientras se dibujan las primeras luces del día, Jesús recorre las calles de Zamora mostrando al mundo el milagro de la Resurrección. Seca tus lágrimas, María, y deja caer tu manto negro sobre las flores que bañan esta ciudad que hoy celebra la alegría del Encuentro, la victoria de la vida sobre la muerte. Jesús Resucitado vuelve a la carne esta mañana en la que se unen de nuevo el cuerpo y el espíritu, y los acordes de las marchas de Gloria inundan los rincones, porque la Virgen de la Alegría abandona su luto este Domingo de Pascua en el que Zamora se abre a la vida. Esta mañana han regresado a mi memoria aquellos maravillosos versos de Montesinos, en su poema “El rito y la regla”, que con una delicadeza sublime decían, “hoy la memoria escoge el camino más corto para herirme”. Y qué cierto, los recuerdos duelen especialmente RESUCITÓ AL TERCER DÍA estos días en los que nada ha sido sara pérez tamames como siempre fue. Pero llegará de nuevo la primavera. El corazón conservará inmarcesible la emoción contenida, pues esta nunca muere, y crece si cabe el anhelo, y florece la semilla de la inquietud cuando la espera parece eterna y aguardamos impacientes un descuido del tiempo para revivir aquellos momentos que merecieron la eternidad. Un año más, la tradición se ha cumplido, pero esta vez de otro modo, a través del alma y el espíritu. Volvió a ser, aunque haya tomado otra forma, pues aunque tan solo lo hayan visto los ojos del corazón, ello no ha impedido que hayamos sentido en lo más profundo de nuestro ser esa pasión que llega a apretar el alma. Llega a su fin la Semana Santa que fue prólogo y epílogo del sueño de los vivos. Salud para otro año, hermanos.
el itinerario 2021
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