DíAS DE INTERIOR
Fueron días extraños, la ciudad debía de estar a rebosar de gente, de turistas, pero sobre todo de zamoranos que vuelven a casa a pasar los días más especiales del año. Las casas tenían que estar llenas de forasteros, los restaurantes y bares repletos de hermanos de paso que se juntan nerviosos los días previos al desfile, las tallas… las listas… entraré este año… Tiendas de telas con sus ya habituales exposiciones de pañuelos y túnicas, pregones, exposiciones, triduos y novenarios, en fin, la habitual vida que Zamora nos devuelve en cuaresma. Al contrario de todo esto, recién entrada la cuaresma nos robaron la ilusión, todo de repente dio un giro de 180 grados y la previa a la Semana Santa, esa que tanto disfrutamos aquí, se fue al traste, y aunque lo veíamos aún lejano, quizás remoto e improbable, la esperanza hizo que lo viéramos algo posible. Finalmente y de manera lógica, el confinamiento más duro se adueño de nuestras vidas justo antes de volver a vivir nuestra semana más grande.
el itinerario 2021
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