228
EL LIBRO DE MIS RECUERDOS.
do esto saca de su papelera un pliego chico, | el mismo, y para comprobarlo, querido lector, voy á citarte un caso del tiempo del Imperio color de rosa, y escribe lo qui5 sigue: de Maximiliano. AI Sr. 1). Marcan Catalán Instalado se hallaba uno de tantos escrien su día. birnt.es, ante su papelera, con la pluma que Con prósperas alegrías acababa de tajar, en ristre, esperando la lleY en unión de mi comadre, gada de algún cliente, el cual no tardó en preTe felicita eu tus días, sentarse. Era éste un hombre ya entrado en Tu cariñoso compadre años, y á juzgar por sus trazas debía de haJosé Santos Villerías. llarse en extrema pobreza. Quintilla que sabían acomodar los Evany,Qué se le ofrece á usted, señor? le pregelistas á cualquier nombre. « guntó el escribiente. Ido el ranchero, muy ufano con su quin— Quiero, contestó el interpelado, que me tilla, van apareciendo nuevos clientes, como rédate una carta pa el rey. son: El y alai i. enamorado, que declara su pa—Pero si aquí no hay Rey siuo iïmoerasión á la que supo inspirársela, desde el pri- dor de la República, se apresuro ¡i de oir ei mer momento en que turo la dicha de que sus Evangelista. ojos en ella se Jijasen y su corazón quedó —Bueno, hombre, Rey ó Emperador, lo mortalmenle herido, reproducción en roman- mismo da. Escríbale usté, pero niegúele pa ce, de la representación alegórica del timbre que me dé una car ida. del papel, que consiste en dos pichones que - Siéntese usted, hombre, y ya verá todo lo se acarician con los picos, ó bien dos coraque le pongo. Y diciendo esto, el evangelista zones atravesados de parte á parte, por enorlevantó la inclinada tapa de la papelera, tomó me flecha. un pliego de papel azulado, el cual, en su esLa celosa, que da quejas al amante infiel, quina superior izquierda tenía un pequeño quejas para las que, no bastando la. prosa, ex- timbre realzado que. decía BATH, púsole sobre présase igualmante en verso, de esta manera: la susodicha tapa del escritorio, metió la ploma en la estrecha boca de un tintero de vidrio ¿Qué te ha hecho mi corazón en forma de tortuga, y se puso á escribir, en Para que así lo maltrates? Si lo has de herir poco á poco, tanto que el cliente esperaba sentado en la siMejor será que lo mates. lla de asiento de tule, destinada á los parroó bien: quianos.— Cuando hubo terminado la Carta, que original conservo, leyóla en alta voz. Ni contigo ni sin tí Mis males tienen remedio; "Sacarjial MM. dicimule mis Cortas PalaContigo, por que me matas bras, por quien es, esta solo se reduce á supliY sin tí, por que me muero. carle por vida de la niña emperatris de que se FA solicitante de algún empleo ó emolu- duela de un pobre anciano ya me faltan las mentos, que imptitra una gracia eclesiástica, fuerzas para poder buscar el sustento de mi civil ó militar, por medio de un memorial que, familia aoraque Dios nos ha traido nuestro pael Evangelista extiendo en el papel sellado del dre de la república que se duela de los pobres; bienio correspondiente, empezando en la fór- quiero si Dios le mueve el corazón me socorra mula admitida,, no faltando evangelistas que con lo <pie le digte el corazón para poderme dieran principio á su escrito con la siguiente: regresar á mi tierra pidiendocelo por la empe"El susodicho .Juan N. Troncoso, hijo de ratris la niña Carlotita (pie es cosa, que estisu madre Nemesia Alcántara y de Miguel mo que sacarreal MM. estima que crere en su Troncoso que murió en la guerra contra los bondadoso corazón (il no quedar desconsolado, americanos, como más halla lugar, y con el si Dios le mueve el corazón es cuanto le suplimás profundo respecto, eomparesco y dijo." ca el inútil S. ote, etc. Q. S. M. B." Este era el Evangelista del tiempo de Su I —Eso es hablar en plata, hombre, dijo el Alteza Serenísima, y en todos tiempos ha sido | cliente, tome el rial y diga dónde firmo.