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EL LIBRO DE MIS RECUERDOS.
ral en represenprimera vez en tación del Gela procesión que neral Santa-Anefectuó la Catena, á quien una dral por las cai n d i s p o s i c i ón lles de la carreimpidió asistir, ra del Corpus. y por último una L a solemne brigada formafunción d e l a ba la columna Catedral t u v o de honor. efecto el 26 de Inmenso era Abril. La proceel gentío que se sión salió á las apiñaba en las cinco de la taraceras, y en los de y regresó á balcones y puerlas ocho de la tas de las casas, noche. las q*e lucían Como de cosb e l l o s cortinatumbre, señalájes, muchos de base el tránsito lujosos tejidos de la Vigen en de seda, y prelas calles por la ciosos a d ornos profusión de flode flores. La ilures y o b l e a s minación duranarrojadas de lo te las tres noalto de las caches fué esplénsas, y por la lludida por el esvia de hojas pemero que en ello queñas de papel puso á porfía el en que estaban LA CATEDRAL.-FESTIVIDAD DE LA DECLARACIÓN DOGMÁTICA. vecindario, sienimpresos versos do dignas de mayor atención por el gusto de en loor de María, tales como los siguientes: los adornos y la profusión de luces, el conA I.A IN'.MAITI.ADA CONCEPCIÓN DE MARIA. vento de Santa Isabel y las casas de Moneada, P u r a es la luz del expleñdente día Rincón Gallardo, del Barrio, Barron y la anBrillando el sol en la mitad del cielo, tigua de Escandón, en la Plaza de Guardiola, Puras las gotas que la aurora envía en la que lucían millares de luces de colores, Sobre las yerbas del fecundo suelo, Pero tú eres más pura todavía. dominando en el frontón las rojas, que formaAgitado Luzbel de rabia y celo ban un corazón atravesado por un dardo de Bien quiso oscurecer tanta pureza; fuego, y en los intermedios de los balcones Pero como u n relámpago del cielo otras blancas que hacían brillar el dulce nomCayó el dragón, y entonces tu hermosura Resplandeció más candida y más pura. A I.A PURÍSIMA E INMACULADA CONCEPCIÓN DE .MARÍA.
(Jetara. Limpia es la gota que pintada cuna Halla en el cáliz de la flor más bella; Pura es la luz de la argentada luna; Limpísimo el fulgor de nivea estrella. La luz del sol es pura cual ninguna, Y entre mil astros su esplendor descuella; Mas todo pierde ¡ou VIRIIKN! su limpieza Ante t u excelsa y virginal PUREZA!
Cerraba la procesión el Comandante Gene-
bre
de MARÍA.
A la festividad de la Catedral y de San Francisco siguiéronse las de los otros templos, celebrándose en la mayor parte con misas de pontifical, en las que brillaban por la palabra los mejores oradores de la época, y si era el Padre franciscano Fray Manuel Pinzón, había que oirlo. No era uno de esos oradores que arrebatan por el fuego de la palabra; era un orador que convencía por la lógica de su discurso, sus bellos modales y su dicción fácil y