V Carta Pastoral una buena cosa si al sexo masculino se le suma al femenino183. Así que – pedimos a Dios – que este pueblo desarrolle el amor por su prójimo porque es capaz de reconocer en su rostro la imagen de Dios, y con esto se asemeje a Dios. B. San Basilio 231. San Basilio, aquél que dio sus bienes por los pobres fundando un lugar de acogida para viudas, huérfanos, enfermos, peregrinos y pobres, recuerda a la humanidad con lenguaje actual que todo ser humano tiene derecho a disfrutar de los bienes de la tierra, por tanto, ¿Por qué la avaricia? ¿Por qué la usura? Prácticas - ¡pecados dirá él! – abominables para Dios. 232. Este sabio Obispo define la usura como principio de mentira, ocasión de ingratitudes, perfidias y perjurios184; y compara el dinero habido por esos medios con las crías de las víboras porque: El dinero ganado con intereses usureros en poco tiempo, continúa pariendo cada día los intereses, hasta el infinito185. Al avaro lo define como aquél a quien la abundancia lo vuelve miserable186. Y ni uno ni otro se da por satisfecho del dinero que acapara; a pesar del daño que causan al pobre; y las calamidades de los pobres son alegres canales de enriquecimiento para este tipo de hombres: Así tú haces de las calamidades de los infortunios ocasión de tus ganancias. Y como los labradores piden a Dios las lluvias para que se multipliquen las sementeras, así tú estás deseando que vengan calamidades e indigencia sobre los hombres, a fin de que te produzca tu dinero187. 183 Ibidem, p. 192. 184 San Basilio, “Homilia sobre el Salmo XIV, contra los prestamistas”. En: Pobreza y Riqueza por Carlos Ignacio González, S.J. p. 27 185 Ibidem, p. 29. 186 Ibidem, p. 34. 187 San Basilio, “Homilía II. Contra los usureros, sobre el Salmo XIV”, n. 154. En:
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