A 500 años de Evangelización y 200 de Independencia ponen el acento en si el desarrollo está dirigido a la promoción humana o es simplemente un proceso de involución a etapas previas de la historia de la humanidad. 260. Remarcando que es muy probable sea esto último lo que en realidad ocurre en el mundo, el Papa, recuerda a los seres humanos que la clave de la historia es Jesucristo. Es únicamente en su Redención donde el hombre: vuelve a encontrar la grandeza, la dignidad y el valor propios de su humanidad (RH 10). En Él debe adentrarse, debe «apropiarse» y asimilar toda la realidad de la Encarnación y de la Redención para encontrarse a sí mismo (RH 10). Por esta Redención el hombre – nos enseña el Pontífice – es confirmado y recreado, y en esa nueva creación ya no hay diferencias ni opresoras ni excluyentes; es decir: Ya no es judío ni griego: ya no es esclavo ni libre; no es ni hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús (RH 10) Nace de ese modo una nueva humanidad. 261. En una palabra: No hay un camino más seguro que este; y solo en él la humanidad encontrará el verdadero sentido de su vida. Otros caminos – como lo ha probado la historia – conducen al ser humano al sin sentido de la vida, a la vaciedad que no en pocos casos conduce a la desesperación y al suicidio; o bien, en su búsqueda insaciable de poder, riquezas y reconocimientos mundanos practica una cultura de la muerte como ha sucedido en nuestro país en algunos períodos críticos, que elevamos a Dios preces para que nunca se repitan y dañen a este pueblo, que tanto sufrimiento ha padecido. D. Papa Francisco 262. Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco recordó a la Iglesia que la realidad histórica que la circunda
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