A 500 años de Evangelización y 200 de Independencia matanzas y sometimiento en el proceso de conversión pasa a ser comprensión y la Iglesia, como Ella, acogió en su seno a los nuevos hijos que con dolor y en sombras fueron engendrados. María la Guadalupana, la Inculturada, pedía con su lindo rostro ovalado y su tierna mirada la paz. Pedía a los conquistadores un cambio de actitud. En su mayoría desoyeron su voz maternal; pero, la Iglesia la asumió y ha defendido los pueblos originarios con ardor como se lee en el ver y el juzgar de esta Carta; y, después del Concilio ratificó con nuevo ardor esa opción de amor. La opción no quedó reducida a los indígenas sino a las víctimas de la historia, creada por los pocos victimarios que han atacado a los hijos de Abel. 326. Las palabras de los Obispos en Puebla confirman lo antes expuesto: Desde los orígenes – en su aparición y advocación de Guadalupe – María constituyó el gran signo, del rostro maternal y misericordioso, de la cercanía del Padre y de Cristo, con quienes ella nos invita a entrar en comunión. María fue también la voz que impulsó a la unión entre los hombres y los pueblos (DP 282). Por ello, agregan los Obispos, María tiene que ser cada vez más la pedagoga del Evangelio en América Latina (DP 290). Es en su imagen donde debemos aprender cómo amar a todos por igual, ya que todos somos hermanos de Cristo; y en Él, hijos de Dios. II.
JESUCRISTO
327. La Palabra hecha carne es Jesucristo. Afirmación que indica espacio y tiempo de la encarnación. Los Evangelistas San Mateo y San Lucas proporcionan importantes datos. En primer lugar, el nombre de los monarcas de la época: Nació en tiempos del rey Herodes escribe el primero (cf. Mt 2, 1); mientras San Lucas pone: En tiempos de Herodes rey de Judea (cf. Lc 1, 5); detalle al que agrega un dato sobre 173