Número 10
Piccéfalo
Salvador
Como por una magia macabra... HOY SE HA DESPERTADO con una extraña sensación, una idea obsesiva se ha incrustado en su mente y ya todo lo demás carece de importancia. Busca desesperadamente un lienzo de grandes dimensiones y sobre la tela virgen empieza a esbozar una imagen que, con fuerza, le llama. Se frota los ojos hundidos y enrojecidos por el cansancio, los días se van amontonando y la desidia existencial ya
Esteve
ha hecho mella en su cuerpo. Prácticamente desdentado, el escorbuto navega por sus encías y huesos, parece que en cualquier momento vaya a resquebrajarse en mil pedazos. Con lentitud, fotograma a fotograma, se retuerce e intenta hacer acopio de fuerza tragando con dificultad un mendrugo de pan y bebiendo agua azucarada; necesita energía, el cuadro aún no está terminado. Se acerca con paso vacilante y con el pincel en su 41