Número 10
Im puta das
María Belén
Mateos
Era su mantra cada noche... PRUDEN cada noche rezaba el rosario. Había heredado de su abuela unas cuentas de nácar engarzadas por una tradición que le dolía en cada vuelta de un padrenuestro y un avemaría. Era incapaz de separar esa sarta de costumbres con la vida que ahora llevaba. Se desvestía de pudor cada atardecer, se cubría las vergüenzas, que diría su madre, con una minifalda desprovista de puntillas y un liguero rojo despojado de honor y bendición. 75