El góming, instrucciones de uso
El góming es un deporte extremo que consiste en hacer un salto al vacío desde una considerable altura, desde puentes generalmente, con una conexión de los tobillos a una cuerda elástica, que permite, primero, caer acelerando, luego amortigua la caída y provoca rebotes, rebotes y más rebotes. Se trata de una experiencia emocionantísima, su caída libre y acelerada provoca una sensación muy especial, más aún la ingravidez y la confusión (pérdida de referencias) que se siente durante los rebotes. Podría pensarse que las sensaciones en paracaidismo, al ser la caída libre mucho mayor, son más intensas. Pero la cercanía del góming a tierra y sus consecuentes referencias próximas lo convierten en una actividad mucho más cargada de adrenalina. Eso lo sabe bien quien ha probado ambas actividades. Además, cuando se hace góming saltando hacia atrás, la experiencia resulta aún más fuerte, pues la sensación de caída libre no viendo hacia dónde vamos acrecienta el miedo, y eso se suele notar en la expresión del rostro. Generalmente no es una postura permitida para el primer salto, pues aumenta la tentación de saltar de pie. Y eso no es sano. Saltar de pie es tan radical que la impresión de vacío en las entrañas al momento de comenzar la caída es como si las vísceras subieran hasta la boca. El inconveniente es que saltando de pie, al tensarse la goma, ésta nos golpea, por lo que no es aconsejable dicha postura excepto en el góming pendular o pénduling y en algunos puentes que ofrecen la anchura adecuada (ni deficiente ni excesiva) para poder rebotar de pie con toda seguridad. 83