ar ácnidos
la guerra argumentándole: nos dividiremos en nazis y soviéticos, ya que esa guerra dura mucho más que un simple enfrentamiento entre bandidos y policías, y así no habrá tiempo para aburrirse. Haber tropezado con aquel libro fue un pasaje de mi intimidad que preservo con especial afecto, creo que me sirvió para entender en su totalidad que el mundo nunca debió dividirse en nazis y soviéticos, una estrecha franja donde lamentablemente han sucumbido muchos. Los bandos solo eran útiles para extender el juego dentro de los campos de maíz de mis tíos, y en el espesor real de la arboleda.
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