La Nueva Agenda Urbana Ilustrada
fiscal) para ayudar a los propietarios de viviendas individuales con modificaciones y mejoras en los edificios (Grannis, 2011).
1.3.3 Mitigación del cambio climático Las ciudades son clave en la mitigación del cambio climático global y el desarrollo estratégico bajo en carbono. Las ciudades consumen dos tercios de la energía del mundo y una parte significativa de las emisiones globales de CO2. Si bien las zonas urbanas están creciendo a un ritmo sin precedentes, es importante mantener la huella urbana al mínimo, para que las ciudades consuman menos recursos y estén equipadas con herramientas para mitigar los impactos negativos del cambio climático y el calentamiento global. Con este fin, la Nueva Agenda Urbana reconoce la importancia de las ciudades como implementadoras de la mitigación del cambio climático: “Nos comprometemos a promover la acción por el clima a escala internacional, nacional, subnacional y local, incluida la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, y a apoyar los esfuerzos de las ciudades y asentamientos humanos, sus habitantes y todos los interesados locales como encargados importantes de su aplicación” - NAU 79. La Nueva Agenda Urbana también se compromete a integrar las consideraciones de mitigación del cambio climático “en los procesos de planificación y ordenación territorial y urbana en los que se tendrán en cuanta la edad y al género” - NAU 101 y a apoyar el acceso a fuentes de financiamiento para la mitigación y adaptación al cambio climático “incluido el Fondo Verde para el Clima, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Fondo de Adaptación y los Fondos de Inversión en el Clima, entre otros” - NAU 143. Esta sección presenta herramientas y políticas para mitigar estos impactos y al mismo tiempo fomentar el desarrollo y el empoderamiento económico de las poblaciones urbanas vulnerables y desfavorecidas.
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Principios Una visión basada en puntos de referencia y objetivos claros es esencial para planificar las reducciones de emisiones. Las ciudades que buscan alcanzar los objetivos de reducción de emisiones deben establecer puntos de referencia y fechas objetivo en las que se deben lograr las iniciativas. La línea de base para un proceso de planificación de este tipo puede ser un inventario integral de emisiones, además de predicciones demográficas que pueden servir como una línea de base para el crecimiento potencial. Varias instituciones ofrecen guías sobre cómo preparar una evaluación municipal de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Estas evaluaciones de referencia son fundamentales para la planificación de la mitigación a largo plazo. Las evaluaciones y el establecimiento de objetivos también deben estar alineados con los objetivos nacionales o regionales para reducciones de emisiones (World Resources Institute, C40 Cities e ICLEI, 2014). El desarrollo económico y el empoderamiento de los trabajadores son factores importantes en la realización de actividades de mitigación, especialmente en ciudades económicamente deprimidas o en desarrollo. La mitigación y la reducción de emisiones son importantes por derecho propio, pero también son oportunidades para crear empleos y capacitación vocacional, mejorar el parque de viviendas y mejorar el acceso al transporte y los servicios públicos (Ciudad de Los Ángeles, 2019). Las soluciones integradas son las más efectivas. Muchas estrategias de mitigación y reducción de emisiones no solo se relacionan con el despliegue de tecnología, sino también con la forma urbana y la planificación espacial. Por ejemplo, el desarrollo de los sistemas de transporte público se basa en una forma urbana de apoyo, orientada al tránsito, así como en un parque de viviendas densificado. Las decisiones relativas al desarrollo de la energía y la infraestructura en las ciudades son duraderas y tienen impactos a largo plazo en los objetivos de reducción de emisiones. Las ciudades que ya están desarrolladas siguen los nodos de la infraestructura de transporte existente. A las ciudades desarrolladas en expansión les resulta difícil densificar e implementar un desarrollo orientado al tránsito. En el mundo en
Las ciudades consumen dos tercios de la energía del mundo y una parte significativa de las emisiones globales de CO2. Si bien las zonas urbanas están creciendo a un ritmo sin precedentes, es importante mantener la huella urbana al mínimo para que las ciudades consuman menos recursos.