Dioses de Lambayeque
cumplen un rol mucho más trascendente en el plano mítico, convirtiéndose en instrumentos de creación, pero al mismo tiempo, en instrumentos de protección y defensa. Resulta además muy interesante, la relación existente entre las embarcaciones de madera, de formato plano, con serpientes; tal como se puede observar en una de las orejeras procedentes de las excavaciones en Chotuna (Fig. 277)8. En este caso, los extremos opuestos de la embarcación, dedicada a extracción de conchas de Spondylus, muestran la clásica cabeza de la serpiente dragón. Por lo tanto, este tipo de embarcación también tiene esta connotación. Es decir, la embarcación también es una serpiente que surca el medio marino. Esta relación se complejiza en este contexto ya que las sogas que sirven para sujetar a los buzos se entiende que también son serpientes. La divinidad que Golte llama “Dios de la Vía Fig. 277 Láctea”, rodeada de conchas Spondylus, exhibe serpientes en todo el cuerpo:2 brazos, pies, cinturones, tocado, pero además sujeta a una serpiente en cada mano (Golte, 2009). La balsa plana que ha sido representada en los relieves de Huaca Las Balsas, si bien no tiene las cabezas de serpiente, muestra una decoración en la forma de chevrones en cuyo interior se forman símbolos escalonados. Recordemos que esta forma es la misma que aparece en el campo central de los relieves de la fase 2 de Huaca Las Balsas, cuya forma es una línea quebrada en zigzag que nos ha sugerido un simbolismo relacionado con la serpiente. Esta es la decoración que observamos en el cuerpo del personaje humano que naciendo del cuerpo de la deidad serpiente, ingresa en una de las burbujas de la base del vaso B de Denver. Este personaje lo podemos considerar así como un “hombre serpiente” que acompañado de una iguana mítica, su inseparable compañero, aparecen juntos dentro de un mito de creación. Todo ello, nos permite concluir que la decoración de la balsa mencionada, hace referencia simbólica a la deidad serpiente, personaje inherente a este medio marino. Existen pues, razones suficientes como para postular la hipótesis de que las embarcaciones prehispánicas que corresponden a la tradición lambayeque, hacen referencia explícita a un mito en el que la serpiente ocupa un lugar preponderante y pueden ser referidas como embarcacionesserpiente. El antecedente más notorio y cercano es el de la iconografía moche, que reitera escenas de travesía en las que las embarcaciones tienen cabezas de serpientes en proa y popa. En un medio marino lleno de misterio, tan agresivo, poblado de monstruos de diversa naturaleza, la navegación nocturna debió constituirse en una especial aventura llevando en estas embarcaciones a prisioneros destinados al sacrificio, protegidos por una embarcación con los atributos de una deidad protectora, la que a su vez requiere de redes que contribuyan con el éxito de la travesía como elemento protector. En este contexto moche, las redes no servían solamente para pescar. El mundo de aquí Entre las representaciones del mundo celeste de arriba y el mundo oscuro de abajo, de carácter ctónico dominado por la deidad serpiente, existe un nivel intermedio consecuencia de la interacción de los dos mundos previos, en el que se desarrolla una gran actividad. En este mundo se observan rituales complejos y personajes que utilizan estructuras ricamente ornamentadas, rodeados de símbolos que recuerdan a los dioses. Entre los rituales más dramáticos se encuentran aquellos relacionados con sacrificios de animales, captura de venados y de hombres para el sacrificio, portadores de cabezas trofeo y procesiones de hombres y animales. Es interesante señalar en este contexto, que las representaciones arquitectónicas de índole sacro, tienen especial relación formal con los modelos generados por investigaciones arqueológicas de sitios relacionados con la tradición lambayeque.
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El dibujo ha sido proporcionado por el Arqueólogo Carlos Wester La Torre.
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