Dioses de Lambayeque
Esta sociedad desarrolló, al mismo tiempo, una red comercial muy intensa que incluyó territorios desde el Ecuador actual hasta Panamá, por la importancia que adquirió el mullu, científicamente conocida como Spondylus, una concha de varias especies que vive en los fondos marinos de aguas cálidas y que debe ser extraída por buzos expertos mediante una actividad de permanente riesgo. El mar y su particular contexto biótico, fue para la población no solamente una fuente de recursos alimenticios, sino sobre todo un centro sagrado de primera importancia, incluyendo las islas guaneras hasta donde acudían para ceremonias complejas. Al mismo tiempo, esta sociedad tuvo vinculaciones con territorios de la sierra norte y sierra sur, hasta el sitio de Wari, en Ayacucho, pero al mismo tiempo, con territorios de la Amazonía, desde donde procedían diversos productos exóticos: especialmente semillas rituales y plumas de guacamayo. A diferencia de lo que se ha sostenido –como veremos- la iconografía Lambayeque es variada y sobre todo bastante compleja. Los temas que se expresan en la cerámica, metales, madera y textiles, lamentablemente han sido muy poco estudiados, considerándose que se trata de estereotipos que se repiten constantemente. En parte, este poco interés, puede radicar en la definición de un modelo religioso monoteísta, como consecuencia de la falta de un análisis exhaustivo de la iconografía, que ha impedido ver un complejo mayor, con otros criterios. Como veremos, se ha estandarizado en demasía uno de los personajes más recurrentes, identificándolo como el legendario Naymlap o un supuesto “Dios Sicán”, aspecto que será el centro de nuestro debate. La leyenda de Naymlap o Ñam La En la tradición oral lambayecana, supervivió hasta los primeros años de la colonia, la versión de un personaje que el lenguaje popular se conoce hoy como Naylamp, nombre que se usa mucho hoy día en la región de Lambayeque, constituyéndose en uno de los elementos con el que más se identifica la población. La primera versión de este relato fue recogida por Cabello de Balboa, un cronista español que en 1586, la registra de un indígena noble de Túcume, que se llamaba Don Martín Farrochumbi. Cerca de 200 años después, Modesto Rubiños, un cura de la parroquia de Mórrope, registra nuevamente el relato, con menos detalles, pero con la misma estructura básica, por lo que no hay duda de su validez como una de las tradiciones orales más importantes del norte del Perú. De acuerdo con ambas versiones, Naymlap o Ñam La, traducido por Rubiños como “Ave del agua”, llegó por mar en una flota de balsas a las playas del actual territorio de Lambayeque y construyó un asentamiento cerca de la costa y a orillas de un río, en el que vivió con su familia y vasallos. Luego de su muerte, le salieron alas y voló al cielo. Sus descendientes poblaron los valles vecinos y dieron origen a nuevos asentamientos. Al final de este proceso, la crónica hace saber que hubo un gran diluvio como un castigo de los dioses, culminando la dinastía primigenia. Al cabo del tiempo, hace referencia a la llegada de los ejércitos del Señor Chimo en son de conquista, dando cuenta de sus 3 gobernantes, a los que siguieron 6 gobernadores durante la época inca. Esta crónica ha inspirado una larga polémica entre quienes consideran la validez histórica del relato y quienes le dan un sentido más cercano al mito. Por su importancia, haremos una trascripción textual de la crónica de Cabello, a fin de que el lector considere su contenido y genere un juicio propio respecto de la polémica vigente. “Dicen los naturales de Lambayeque (y con ellos conforman los demas pueblos a este valle comarcanos) que en tiempos muy antiguos que no saben numerarlos vino de la parte suprema de este Pirú con gran flora de Balsas un padre de Compañas. Hombre de mucho valor y calidad llamado Naimlap y consigo traia muchas concubinas, mas la muger principal dicese auerse llamado Ceterni trujo en su compañía muchas gentes que Ansi como capitan y caudillo lo venian siguiendo, lo que entre ellos tenía mas valor eran sus oficiales que fueron cuarenta, Ansi como Pita Zofi que era su trompetero o Tañedor de unos grandes caracolas que entre los Yndios estiman en mucho, otro Ñinacola que era el que tenía cuidado de sus andas y Silla, y otro Ñinagintue a cuio cargo estaua la vevida de aquel Señor a manera de Botelier, otro llamado Fonga Sigde que tenia cargo de derramar polvo de conchas marinas en la tierra que su señor auia de pisar, otro Occhocalo era su Cocinero, otro tenia cuidado de las unciones, y color con que el Señor adornava su rostro, a este llamauan Xam Muchec tenia cargo de bañar al Señor Ollopcopoc, labrava camisetas y ropa de 22