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“Guía de imperfecciones” Emma Rodríguez i Otero / 1r de Batxillerat LLENGUA CASTELLANA_PROSA_1r PREMI “Las cicatrices nos hacen quienes somos”, esto es lo que dijo Stephen Hawking. Desde lejos, cualquier persona tiene la piel lisa y perfecta, que parece intacta y con una vida entera por vivir. Pero, sólo aquellos que se acercan y miran con cuidado y prestando atención serán capaces de ver las arrugas, los cortes, los moratones y las cicatrices que realmente nos diferencian los unos de los otros. Aún así, querido lector, te hago esta guía de mis imperfecciones para ti, por si tienes miedo de acercarte demasiado y romper la vitrina en la que me encuentro, la que me presenta como “perfecta”. Las arrugas al lado de los ojos al sonreír, las cicatrices en mis labios rotos una y otra vez por el frío invernal de los Pirineos; las cicatrices, cortes y quemaduras encima de mis manos, todos producto de mi inquietud, torpeza y creatividad; un pequeño círculo de dureza en mi dedo anular derecho, cerca de la base de la uña, causado por las horas pasadas escribiendo redacciones y problemas matemáticos; en el otro lado de mis manos, en mis palmas, las cicatrices que han dejado mis uñas durante todos los malos momentos de mi vida, cicatrices que se han ido remarcando con los años; los moratones y rascadas en mis muslos, piernas y rodillas, marcas que me deja mi deporte a diario al lanzar saltos y dar vueltas sobre ruedas; la cicatriz ovalada en mi rodilla izquierda que me recuerda que todo puede cambiar en un segundo. Las marcas en mi espalda, de los cuchillos que se me han clavado mientras estaba girada, sirven como camino para ver bajo de mi armadura rayada y llena de irregularidades. Los músculos tensos de mi espalda, cada uno guardando una inseguridad, una experiencia, un secreto, tensados por la vida y el estrés como si fuera un instrumento que necesita ser afinado. Bajo ellos, la columna vertebral, un paso al desorden escondido de mi cerebro; millones de pensamientos que pasan por él cada segundo, cubriendo los rasguños que ha hecho la vida a mi conciencia. Todos formando una cortina de seda, suave, tupida y