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“Lo que la vida se llevó” Clara Tremosa i Roura / 2n de Batxillerat LLENGUA CASTELLANA_PROSA_3r PREMI Italia, verano de 1938 (Sofía) Caía el día, el anochecer acechaba por las calles de San Gimignano y yo me dirigía hacia los campos verdes que rodean la pequeña villa. Llevaba conmigo mi cuaderno y un lápiz color carbón. Me senté bajo la sombra de un árbol y empecé a escribir. Observar, relajarme y escribir. Esos eran mis momentos favoritos. Yo, con el delicioso aroma de la Toscana, los silencios rotos por el suave viento y la fluidez del momento. Mi lápiz iba solo, trazando todos mis pensamientos en un papel blanco desgastado. Me sentía libre, esa era mi paz. Ya era medianoche cuando me di cuenta de que mi barriga rugía de hambre y las estrellas cubrían el cielo oscuro. Me levanté y retomé el sendero corriendo hacia casa. Cuando entré dejé el bolso en la mesilla de la izquierda y fui hacia la cocina, atravesando el olor de espagueti a la carbonara que residía en la sala. Max estaba limpiando la vajilla cuando entré y le di un beso. -- ¿Otra noche que se te hace tarde? -- Siento el retraso, pero me pongo a escribir y se me pasan las horas. -- Tranquila. Te he guardado la cena, me figuraba que no habías comido nada y que llegarías hambrienta. -- Cómo me conoces -dije sonriendoY así vivíamos Max y yo. En nuestra casa de piedra en lo alto del pueblo, disfrutando de nuestra compañía y descubriendo el significado de la felicidad día tras día. Max era de Bolonia y venía a San Gimignano a pasar los veranos en casa de sus abuelos. Hacía ya casi tres años que salíamos juntos y cuando terminó sus estudios decidió venir a vivir aquí, ya que era su lugar favorito. Vivíamos juntos desde principios de año y era nuestro primer verano en la casa.