«¡Usted fue aprista!»
incorporando a los representantes de la oligarquía en las listas parlamentarias del Apra. En su texto Haya de la Torre y el Apra, Luis Alberto Sánchez insinúa que la decisión de Haya de permanecer en Europa se debió a que le repugnaba estar en el país mientras gobernara un viejo enemigo del Apra: «[Haya] abrigaba la intención de no regresar al Perú si Prado resultaba Presidente en vista de que éste, durante su primer gobierno (1939-1945) […] toleró o estimuló la persecución tenaz contra el propio Haya» (LAS 1985: 418). Sin embargo, no hay, que sepamos, ningún texto que respalde esta afirmación.Y Haya permaneció fuera del país bastante más allá del fin del gobierno de Prado, hasta que la revolución que comenzaron los militares velasquistas en octubre de 1968, al ejecutar las reformas que Haya había traicionado, amenazó con dejar al Apra al margen de la historia16.
El nacimiento de la Convivencia En el Perú el régimen odriísta daba claras muestras de agotamiento. Inicialmente Odría albergó la esperanza de prolongar su mandato, pero movilizaciones violentas en Arequipa y Huancayo le hicieron comprender que era más prudente organizar la transferencia de poder. La Coalición Nacional, encabezada por Pedro Roselló, Agustín Tovar Albertis, Manuel Mujica Gallo y Alejandro Villalobos, y que en realidad era una fachada para los juegos de Pedro Beltrán, convocó a una reunión en el Teatro Segura en Lima y a una manifestación, después, en el Teatro Municipal de Arequipa. Esta última reunión fue disuelta por polizontes y soplones enviados por el ministro de Gobierno, Esparza Zañartu. Esta agresión fue respondida con un levantamiento general, con barricadas y convocatoria a la huelga general. La respuesta fue tan contundente que provocó la caída del ministro de Gobierno (Miró Quesada Laos 1959: 178-179). Para mediados de 1955 Odría convocó a elecciones y las fuerzas políticas que habían estado en receso empezaron a activarse. Existía un ambiente efervescente del cual surgirían varias nuevas organizaciones y el sistema de partidos que hegemonizaría la política peruana durante el siguiente medio siglo. 16
La ausencia de Haya de la Torre en el Perú era motivo de burlas para la revista Caretas, que cada año disfrutaba señalando los errores en que este incurría en sus intervenciones, cuando venía por algunas semanas al país, al referirse a hechos de la vida cotidiana peruana, como el incremento del costo de vida. Así resumía su intervención en enero de 1965: «Haya de la Torre en aras de la frase, y debido a su desconocimiento de las técnicas de gobierno (economía, administración) así como a su continuo alejamiento del pais, desbarró en grado sumo durante el Plenario» (Caretas 1965b). 187