«¡Usted fue aprista!»
Los inicios del MIR Entre octubre y noviembre de 1960 los disidentes lanzaron un documento para su discusión por la militancia, conocido con el nombre del «Manifiesto de Chiclayo», cuando de la Puente estaba aún en La Habana, donde había permanecido casi todo el año. Había sido redactado por Cordero y fue sometido después a discusión en varios eventos partidarios. A su retorno, de la Puente manifestó su acuerdo con las proposiciones y la versión definitiva del texto se publicó en La Voz Aprista Rebelde, «justo en las vísperas de una represión que efectuara Pedro Beltrán, aliado en ese momento del Apra» (Cristóbal 1985: 223). Allí se anunciaba: «con el Apra Rebelde nace un nuevo movimiento de izquierda revolucionaria en el país». Existía una contradicción entre la necesidad que los disidentes sentían de avanzar en las precisiones programáticas y la de preservar los militantes que habían abandonado el Apra con ellos: «no existía todavía un desarrollo masivo ni había gran penetración en los sectores populares, ya que cuando más definíamos posiciones ideológicas la gente apristona se salía y volvía al redil» (Cristóbal 1985: 223). Se tenía cierta influencia en universidades, sectores ex apristas y en el campesinado, gracias a que de la Puente era abogado de algunos sindicatos y comunidades. En el centro del país, Máximo Velando comenzó un importante trabajo en la Federación de Campesinos de Satipo. Velando fue posteriormente elegido dirigente del MIR (1984). La gran movilización campesina que se estaba desplegando en el país hizo que el grupo se interesara vivamente en el problema campesino. Las masacres de Chiclín, Cajamarca y Cerro de Pasco llevaban a mirar al campesinado como un elemento revolucionario, algo que no había sucedido en la historia del Apra. Por otra parte, en la revolución cubana, que era un referente importante para los apristas rebeldes, el papel del campesinado había sido clave. La línea política que desembocaría en el MIR se separaba radicalmente de la seguida históricamente por el Apra en la atención que prestaba a la cuestión del campesinado: una preocupación que los llevó a incorporar los colores rojo y verde en la bandera de la nueva organización16. La razón más evidente es la influencia de la revolución cubana, pero el interés por el agro en de la Puente venía de antes. Ya en 1956 había empezado a trabajar la tesis con que se graduó de abogado, que versaba sobre la reforma agraria y que más tarde fue publicada como libro (1966). Walter Palacios considera que el interés de de la Puente 16
Entrevista a Walter Palacios. Lima, 6 de marzo de 2008. 337