Cerco verde
P
or alguna razón, las casas nuevas en barrios abiertos o cerrados, se entregan sin medianeras. A lo sumo, con suerte, pueden tener un cerco perimetral con alambrado. Lo más importante -además de la seguridad- es crear una barrera entre la vivienda y lo que la rodea. Mas allá de elegir conservar el alambrado o hacer un muro de ladrillos, es importante crear también un “cerco verde”. Una vivienda rodeada de árboles, aunque sean jóvenes, tiene muchos grados menos que el ambiente y el asfalto que la rodea. He visto algunas incluso, al lado de las vías del tren -la residencia del arquitecto Berdichevsky en Nuñez- que valiéndose de unos árboles frondosos entre la propiedad y las vías, cuando escuchábamos el tren pasar, parecía estar a una cuadra y no en tu patio. Una barrera sonora. Otra barrera muy rentable, porque te ayuda a vender y valorizar tu inversión en ladrillos, es la barrera visual. Muchas veces vemos departamentos del segundo o tercer piso que aprovechan y disfrutan mucho más del verde de la vía pública, más que los mismos peatones, porque sus ventanas quedan a la altura de las copas de los árboles, llenando el departamento de verde, sol y pájaros cantando casi en la ventana, aun cuando uno está ubicado sobre una avenida caótica del centro. Esta barrera visual, además, protege de miradas indiscretas o simplemente nos aleja de ver las latas en la terraza del vecino. 105