Un país llamado Misiones
C
uando hablamos de las vanguardias, etimológicamente hablamos de aquellos que llevan la avanzada, y por una cuestión tal vez mediática o -más atinado aún- por una razón comercial, solemos pensar que esa delantera la llevan países del primer mundo, como puede ser Estados Unidos, Japón, Alemania o Francia. Pero cuando buscamos innovación creativa para el mundo de la arquitectura y el urbanismo, los referentes son dos: Holanda y Portugal. Cuando hablamos de urbanismo, miramos a Holanda, pero en realidad se trata de los Países Bajos y toda un área de influencia que abarca desde Bélgica hasta Dinamarca. Como cualquier país europeo, durante los setentas, Holanda se dedicó a entubar sus arroyos, a ensanchar las autopistas y a darle prioridad al auto particular. Era el paradigma de la época y ellos eran uno más que no se quería quedar atrás. La diferencia está en que actualmente Holanda se atreve a experimentar soluciones nuevas y se permite aprender de sus errores. Los habitantes tomaron conciencia del impacto negativo que su estilo de vida estaba generando en el planeta y decidieron dar un golpe de timón. Ciudades como Brujas, en Bélgica, con sus cuencas y arroyos a cielo abierto, se volvieron un modelo a seguir en la región. 115