Palancas por botones
A
Remment Koolhaas muchos lo llamamos “Culjas” pero la correcta pronunciación es “Colás”. Es un holandés -su nombre hace casi obvio este dato- que nació en 1944. Hijo de un periodista, heredó esta profesión de su padre. Con veintitantos, era de los que tenían futuro en el periodismo. Trabajando para un diario, le encomiendan que empiece a escribir la columna de Arquitectura -una igual a ésta, pero en el diario de La Haya- y Rem empieza a conocer sobre los grandes maestros de la arquitectura moderna: Le Corbusier, Alvar Aalto, Frank Lloyd Wright y Mies Van der Rohe. Pero -como todo buen periodista- se empieza a cuestionar las supuestas “verdades” de estos grandes arquitectos. Es escéptico, empieza a formar su propia opinión sobre cómo deberían ser las ciudades, cómo debería ser una vivienda, a tal punto que empieza a estudiar para ser Arquitecto en la Architectural Association de Londres. Cuando se recibe, el aporte que hace desde su Oficina de Arquitectura Metropolitana (OMA) -así lo bautizó-, se vuelve un antes y un después para la disciplina. Koolhaas termina de sepultar al Movimiento Moderno en 1985 cuando construye para un cliente la Villa dall’Ava en París. Allí, 141