Los jardineros que cambiaron el mundo
E
n 1851, se celebró en Londres la primera Exposición Internacional. Se trataba de un encuentro donde se mostraba al mundo todos los progresos de cada país y las nuevas tecnologías. Por lo que los organizadores decidieron llamar a un concurso de proyectos para lo que sería el pabellón principal de la feria. Ese año, la Revolución Industrial ya era un hecho. Los avances estaban cada vez más a la vista, en Inglaterra las fábricas de Manchester y el puerto de Liverpool eran el epicentro de un nuevo mundo. Pero la arquitectura seguía mirando al pasado, a los héroes del Renacimiento en Italia, 300 años atrás. Los arquitectos diseñaban fachadas atendiendo a los órdenes griegos. Las columnas se escondían adentro de los muros y aunque los edificios estuvieran construidos con ladrillo tradicional, se revocaba todo con trabas robustas para que parezcan paredes hechas de piedras apiladas. Los arquitectos eran estudiosos de los edificios de la antigüedad y se habían subido a un pedestal desde donde le decían a los demás qué era bello y qué no. En esa misma época vivieron dos jardineros, que no se imaginaba que con su trabajo iban a ser los diseñadores más influyentes del mun153