Adiós al caballo del comisario
A
fines del Siglo XX, con la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, el mundo empezó un proceso de transformación en muchos niveles. La sociedad empezó a tender lazos de unión entre los países. Unos empezaban a depender de otros, y generaban tratados de comercio internacional, uniones económicas o mercados abiertos entre difetentes naciones. Al mismo tiempo empezaba a crecer a pasos agigantados internet y el mundo ya no sería el mismo. A este proceso, que tendía a unir nuestro planeta convirtiendolo en uno solo, se lo llamó Globalización. La arquitectura, por aquellos años, acompañó los vientos de cambio y también comenzó un movimiento nuevo. Desde las universidades con los profesionales mas vanguardistas, se empezó a hablar de desarmar y volver a pensar todo lo que se tenía por cierto. Hasta entonces, las enseñanzas de los grandes maestros no se habían cuestionado, pero era evidente que habían perdido su vigencia. Los arquitectos empezaron a trabajar en el deconstructivismo. Y no es casual que quien haya llevado el estandarte de ello no haya sido un hombre. Fueron la iraquí Zaha Hadid, fallecida hace cuatro años, junto a Rem Koolhaas y Frank Ghery, entre otros, quienes empezaron un movimiento 157