Rescatando al peatón
D
e las principales ciudades argentinas, muchas se desarrollaron en torno a su estación de ferrocarril. La estación quedó metida en el medio del centro de la ciudad, y cuando el centro cívico estuvo a unas cuadras de esa estación, el camino entre uno y otro se convirtió en una calle comercial y a veces hasta en una peatonal. En Posadas, la candidata pudo ser la calle Córdoba desde Colón hasta el bulevar de Roque Saenz Peña que, sin dudas, se convirtió en una calle muy importante, pero no llego a ser peatonal. Hoy, en la ciudad de Posadas no hay peatonales. La tendencia actual en las ciudades es sacar a los autos del centro, dejar un acceso solo para los bomberos, una eventual ambulancia, el recolector de residuos o el camión que recarga los cajeros automáticos, pero nada más. No hay vereda que aguante la cantidad de personas que necesitan hacer sus trámites en los bancos, en las oficinas del área céntrica. Cualquiera que venga por San Martín y agarre Colón, yendo para Santa Fe, un martes a las 10 de la mañana, se va a dar cuenta que esa parte de la ciudad no puede ser así, tan congestionada y ruidosa. Una vereda ocupa el 15% del ancho de la calle y la del frente otro 15%, le regalamos a los autos el 70% de nuestro espacio público. La idea es 87