VENTANALES • UNIVERSIDAD CASA GRANDE • AÑO X No 18 A principios del siglo XIX, nace la fotografía como un requerimiento para certificar la captura de recuerdos y hechos cotidianos (Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2008). Se necesitaba de equipos pesados y, en lo que respecta a la estética, en esa época había muchas limitaciones. La evolución de las cámaras fotográficas —tal como se puede observar en la figura 1— y el auge de la tecnología llevaron a Phillippe Kahn a incorporar, en 1997, una cámara a un dispositivo móvil, lo que posteriormente se conocería como la convergencia tecnológica de la fotografía (Wired, 2000). Según el docente, ensayista y crítico especializado en fotografía, Joan Fontcuberta (2011, citado en Aaaaarte, 2011), “el exceso de visión conduce a la ceguera por la saturación, por la nueva tendencia a lo digital, a la inmediatez de capturar un momento que después se pierde al pasar los segundos…”. Tal vez hablamos de una ‘posfotografía’, pues la manera de revelado cambió tras su incorporación en los dispositivos móviles, o quizás, de una nueva cultura fotográfica. Esta tendencia creó nuevas formas de hacer fotografía. La preproducción, producción y posproducción de las
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imágenes han cambiado. En la actualidad, un niño de siete años puede autofotografiarse, lo cual se conoce como selfie. Pero, ¿cuándo nace la selfie realmente? En 1839, cuando el pionero de la fotografía, Robert Cornelius, realiza por primera vez una autofoto. Cronometró el tiempo de captura y se autorretrató, llevando el nombre de “La primera fotografía lumínica jamás tomada” (The first light picture ever taken) (De la odisea de los pioneros, 2014). Esta práctica se volvió popular en el 2000, con la desaparecida red social Myspace (Nicestream, 2016). La popularidad de la autofoto es tal que las universidades de Birmingham, Edimburgo y Heriot-Watt, en Reino Unido, realizaron un estudio sobre el ‘síndrome selfie’ cuya investigación indicó que “el selfie aleja a las personas acostumbradas al trato ‘cara a cara’ (vida analógica), para quiénes la exposición pública debilita el vínculo afectivo que existe en la vida real” (Vision, 2015, pp. 112-114). ¿La selfie es el renacimiento del narcisismo o una nueva forma de expresión? Solo en Instagram existen 422,6 millones de fotos
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y la sociológica evolución de la fotografía