El Callejón de las Once Esquinas
Carta apócrifa de Sancho Panza a Teresa Panza
Enrique
Mochón No habríamos sabido decir si íbamos o veníamos...
SI CUENTO NI CUENTA SON, Teresa mía, las aventuras que mi señor don Quijote y yo estamos hallando en esta partida, y aunque han sido algunas con buen término, las ha habido más en que hemos salido tan mal parados que si en su conclusión mis deseos de volverme a casa no han logrado su empeño ha sido por culpa deste tozudo apego que, al ir pasando los días, he acabado por tomar al loco de mi amo. Pero mentiría si no te dijera otras razones que, unas con otras, me retienen 106
dando tumbos y sufriendo descalabros por estos llanos sin fin. Una es, como tú ya conoces, la esperanza de recebir algún día el premio de una ínsula o, a lo menos, la de encontrar un grande tesoro con el que hacerte señora. Mas resulta que la mayor dellas es una que ni por pienso acertaría a explicarte, porque ni yo mesmo la conozco, pero que tiene que ver con la costumbre y las querencias que el cuerpo y la voluntad llegan a tomar destas, hasta el punto de seguir porfiando en una empresa que a menu-