Bolívar: mutilador del Perú
Audiencia de Charcas porque en 1810 ésta pertenecía al virreinato de Buenos Aires. Por supuesto, había además otros principios igualmente válidos, como la autodeterminación de los pueblos o la tradición histórica. En todo caso, ese fue el escenario que encontró Bolívar al llegar al Perú. Al salir de él, tres años más tarde, los peruanos del Alto Perú ya no eran peruanos, eran bolivianos. Una identidad caprichosa para una solución caprichosa. Pero no sólo Bolívar arrancó al Alto Perú del Bajo Perú para debilitar a ambos, sino que imitando a los españoles en el caso del virreinato de Buenos Aires, quiso agrandar el país que llevaba su nombre otorgándole una amplia región de la costa del Bajo Perú, que comprendía Tacna, Arica y Tarapacá. Veamos el triunfo de la espada y la egolatría, sobre la razón y el derecho. También fijémonos en sus consecuencias.
1.- LA INDEPENDENCIA DEL ALTO PERÚ. La rendición de los españoles en Ayacucho no fue aceptada por todas las fuerzas realistas. La Audiencia de Cusco, la de Charcas, y Rodil en el Callao, siguieron leales a España. La Audiencia de Cusco nombró un nuevo virrey para que reemplazase a La Serna; el cargo recayó en el general más antiguo del superviviente ejército realista, que era un peruano: Pío Tristán. Claro que el nombramiento de un peruano como virrey no pasó de ser una anécdota. Aunque nacido en Arequipa, Juan Pío Tristán y Moscoso, conocido por su incompetencia, llegó de alguna manera a ser general del ejército realista. Sus relaciones y fortuna le ayudaron a llegar a ese puesto, pero últimamente el comando español lo tenía en la retaguardia a fin de que no causase estropicios. Años atrás, el virrey Abascal se vio forzado a reemplazarle por el entonces general Pezuela en el Alto Perú para no sufrir mayores derrotas contra las fuerzas argentinas (1812-1813). El nuevo jefe detuvo el
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