La psicología y el proceso educativo: Análisis, reflexiones y experiencias en México

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Capítulo IV El análisis de la muestra por género no presenta deferencias sustantivas entre mujeres y hombres, a diferencia de lo encontrado por autores como Avilés, Zonana y Anzaldo (2012) y Aristimuño y Noya (2015), entre otros, y en concordancia con Castillo y Pachecho (2008) y García y Ascensio (2015). El municipio donde se presentó mayor índice de violencia escolar y/o acoso fue Rosarito, seguido por Ensenada, luego Tijuana y después Mexicali, siendo el más bajo Tecate. En contraposición con lo encontrado por Fragoso (2015) en el año 2014, que exhibía a Mexicali como el municipio más violento del estado (e incluso del país) con relación a la violencia escolar, y colocaba a Tijuana en el cuarto lugar a nivel nacional. Rosarito destaca como el municipio donde existió una mayor toma de conciencia en el alumnado al finalizar el cuestionario, sobre todo en su condición de victimario. Esto es un suceso significativo, al considerar que este municipio también presentó el mayor tipo de violencia escolar e incluso de acoso escolar en el estado, sin afectarle la presencia del maestro. En sentido general, resulta preocupante constatar que uno de cada cinco estudiantes de las escuelas secundarias de Baja California resulta ser violentado por sus pares, sobre todo desde el punto de vista físico, aunque también psicológica y cibernéticamente. Esta situación continúa tan crítica como aparecía en un estudio similar realizado por Jesús Alfredo Pérez, fundador de la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California (Garibay, 2019). Como ya es conocido, tanto la víctima (que sufre, además, de otras afecciones psíquicas y en el plano educativo) como, sobre todo, él (la, los) victimarios, son susceptibles de reproducir estos patrones violentos en etapas posteriores de su vida, contribuyendo al deterioro de sus situaciones personales, de sus familias y de su comunidad. El número de veces en que los maestros se encontraban presentes en estas situaciones es un factor para considerar en intervenciones futuras de tipo educativo y los talleres de concientización. Por lo que se pudo apreciar, no sólo más de un 10 por ciento de las veces los docentes fueron testigos de actos de violencia y acoso escolar, sino que, además, en Ensenada, Rosarito y Tijuana este porcentaje sobrepasó con creces el 20 por ciento en violencia escolar y en acoso psíquico. Por último, cabe destacar que este cuestionario no sólo permitió establecer el diagnóstico presentado, sino también sensibilizar a los estudiantes encuestados (aproximadamente un 20 por ciento) acerca de ser víctimas o victimarios de violencia escolar o de acoso; lo cual le otorga una función de tipo concientizadora/educativa sobre este proceso.

Discusión y recomendaciones Consideramos que una limitación de este estudio fue no ahondar en la existencia de posibles disimilitudes en lo que respecta a la ocurrencia del acoso y/o de la violencia escolar entre los turnos matutinos y vespertinos y en las escuelas rurales y urbanas, aspectos que en otras investigaciones han arrojado diferencias a favor y en contra (Castillo y Pacheco, 2008; Santoyo y Frías, 2004; Suárez, Álvarez y Rodríguez, 2015). Por otro lado, la encuesta se aplicó en los meses de septiembre y octubre, lo cual implica que, al estar recién iniciado el ciclo escolar, podían existir casos de poca interacción entre los estudiantes. Por último, consideramos que aplicar el cuestionario en presencia del maestro, aunque este solo se encontrara en un extremo del aula, pudiera haber influido en que los alumnos se coartaran en las respuestas correspondientes a su asistencia durante los abusos. Recomendamos para su futura aplicación que estos no se encuentren en el aula. Dicho esto, se espera que los datos extraídos permitan dar respuesta a las inquietudes expresadas por la CEDHBC y otros organismos relacionados con la educación en el ámbito de primaria y secundaria del estado, con vistas la reformulación de políticas públicas y, como expresaran Santoyo y Frías (2014), al desarrollo de “acciones al interior de las escuelas que busquen dar respuesta a estas manifestaciones” (p. 25), debido al problema socioeducativo de tanta magnitud que la presencia del acoso y la violencia escolar representan y “reconociendo que las instituciones educativas tienen un papel importante en el sostenimiento de las desigualdades sociales” (p. 25). Y con ello, dar cumplimiento al objetivo fundamental de esta investigación para, como dijeran Saucedo y Guzmán (2018), fundamentar de mejor manera las intervenciones para su prevención y erradicación. A pesar de que autores como Tresgallo (2011) y Castro-Morales (2011) encontraron en sendos estudios que la mayoría de los actos de acoso escolar se desarrollaban en los recesos y en los pasillos, o sea, probablemente lejos de la mirada y presencia del docente, también Castro-Morales (2011) “encontró que los maestros se abstuvieron de intervenir en el 34.2 por ciento de los actos violentos que presenciaban” (p.143), sumando a esto el hecho de que, las pocas veces que las víctimas se atrevieron a notificaron a sus progenitores lo que les ocurría, un 30 por ciento de ellos no lo consideraron de interés. Castillo y Pacheco (2008) también refieren que las autoridades educativas, cuando finalmente los estudiantes y los padres de familia se atrevieron a manifestar sus quejas por el abuso sufrido, solían negar el problema, llegando a extremos como el de proteger al agresor (cuando este era un maestro), exponer a las víctimas y hasta recomendarles que guardaran silencio. En este mismo sentido, Rodríguez y Cantú (2019) realizaron una investigación en escuelas de Tijuana, encontrando que 28.22 por ciento de los profesores de secundaria mencionaron que este tipo de violencia ocurría casi a diario, lo cual habla de la presencia de los docentes en medio de las agresiones, pero no expone cuál fue su comportamiento al respecto. No obstante, luego agregaron que la mayoría (un total de 64.30 por ciento) de los educadores de primaria y de secundaria no habían recibido preparación alguna sobre cómo conducirse ante los estudiantes que presentaran esta u otras conductas delictivas, ni conocían sobre las técnicas de resolución de conflictos. El no saber cómo intervenir deja mucho que desear con respecto a la respuesta esperada. 108


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Conclusiones

6min
pages 237-239

Semblanza de los autores

27min
pages 240-251

Contribución de la atención diferenciada

4min
page 236

Equidad e inclusión

9min
pages 232-233

Desarrollo social

4min
page 231

Capítulo XX. Atención diferenciada en el bachillerato en línea y su contribución al desarrollo social

6min
pages 228-230

La Técnica de Facilitación Afectiva

2min
page 223

Enfoques teóricos del desempeño, logro académico y factores asociados

14min
pages 216-219

Teoría Reticular Conceptual de la Emoción

2min
page 222

La permanencia del alumno y su desempeño académico

4min
page 214

Desempeño y logro académico

4min
page 215

El alumno como actor responsable en la consecución de sus logros

4min
page 212

Capítulo XIX. Facilitación afectiva y aprendizaje

1min
pages 220-221

asociados

1min
pages 210-211

Conclusiones

7min
pages 207-209

diversidad en el aula

16min
pages 202-206

Capítulo XVI. Métodos y procedimientos en la investigación de la psicología educativa en México

2min
pages 192-193

Contribución de los hallazgos

4min
page 198

Autorregulación, co-regulación y regulación socialmente compartida

4min
page 182

Resultados

3min
page 167

Conclusiones

4min
pages 190-191

Bases del programa

4min
page 165

El problema de investigación

4min
page 164

La formación de investigadores en Psicología

4min
page 163

Conclusiones

13min
pages 156-160

Antecedentes

8min
pages 149-150

Capítulo XII. Compromiso de estudiantes Universitarios en tiempos de Pandemia

3min
pages 147-148

Método

3min
page 151

Participación parental en las tareas y desempeño académico

4min
page 139

desempeño académico

2min
pages 137-138

modalidad a distancia

2min
pages 161-162

Necesidades Educativas Especiales

15min
pages 132-136

Familia

4min
page 130

Impacto educativo

9min
pages 121-122

Relación entre acoso escolar y aptitudes sobresalientes

17min
pages 123-129

Los estilos y estrategias de afrontamiento

4min
page 131

Modelos con enfoque Sociocultural

4min
page 120

Qué es el acoso escolar?

3min
page 116

Capítulo IX. Acoso escolar y aptitudes sobresalientes en el ámbito escolar

2min
pages 114-115

Discusión y recomendaciones

14min
pages 109-113

Conciencia de los alumnos

2min
page 107

Presencia del maestro

2min
page 106

Situación en Baja California

4min
page 101

Baja California

2min
pages 99-100

Conclusiones

8min
pages 95-98

Categoría y medida de análisis

3min
page 93

descripciones escritas

5min
pages 87-89

Discusión y conclusiones

9min
pages 83-86

Capítulo VI. Bienestar escolar en estudiantes universitarios: un estudio interinstitucional

2min
pages 77-78

Discusión

18min
pages 71-76

Análisis comparativos

2min
page 82

Capítulo V. Bienestar Psicológico y Autoestima en Adolescentes

7min
pages 62-64

Discusión

8min
pages 58-61

estudiantes universitarios

1min
pages 53-54

Discusión

18min
pages 46-52

Satisfacción con la vida

4min
page 42

Autoconcepto y sus dimensiones

4min
page 41

Mindfulness

4min
page 30

estudiantes de secundarias públicas

1min
pages 39-40

Discusión

14min
pages 24-29

Discusión

9min
pages 35-38

Capítulo I. La enseñanza ostensiva y la retroalimentación para el aprendizaje de la ciencia

14min
pages 12-16

Estudio II

4min
pages 22-23

Procedimiento

3min
page 19

Presentación

5min
pages 3-4
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